domingo, 29 de enero de 2017

MARTIRES DE ALMERIA (11). SIERVO DE DIOS DON PÍO NAVARRO MORENO


Con doce años marchó a Lorca, donde estudió bachillerato y fundó la Academia de la Juventud Católica. Ingresó en el Seminario de san Indalecio en 1881, donde fue paje del Obispo Orberá. Fue ordenado presbítero en 1885.
Nunca descuidó la ampliación de sus estudios, impartiendo clases en el Seminario y en el Colegio del Carmen de Vélez Rubio. En 1891 fundó el semanario católico La Paz. Asiduo colaborador periodístico, fue socio de la romana Academia Tiberina y de la Asociación de la Buena Prensa.
Presbítero dinámico, fundó en los Vélez la Asociación de la Cruz Roja Española donde desarrolló una meritoria labor. También introdujo las Congregaciones de las Hijas de María y de san Luis Gonzaga, así como la Guardia de Honor del Sagrado Corazón y el Jubileo de las Cuarenta Horas. Los Prelados le confiaron diversas responsabilidades. Desde 1896 vinculado a las religiosas de María Inmaculada, ya que colaboró en la redacción de sus Constituciones, también prestó servicios a las Siervas de María y a los Franciscanos.
En su ministerio pastoral fue coadjutor de Gádor y de Los Gásquez, cuyo templo restauró a sus expensas. Tras atender durante siete años el culto de la iglesia de la Purísima, en 1907 fue Ecónomo de la Parroquia de su villa natal. En 1909 marchó a Almería como párroco de San Sebastián. El Papa Benedicto XV lo nombró canónigo de la Catedral en 1922, donde ocupó el oficio de chantre.
Detenido al inicio de la Persecución Religiosa, a sus setenta y seis años padeció prisión y martirio con el Siervo de Dios don José Álvarez Benavides de la Torre. A pesar de sus múltiples ocupaciones, un testigo ocular recuerda que: «Se desvivía con las personas que estaban a su alrededor. Era todo para todos y esto de verdad y gozando con servir.»

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