Más de 6.000 peregrinos
La mañana del 25 convocaba en el Palacio de Congresos
y Exposiciones de Aguadulce a los peregrinos, que en torno a 6.000 acudieron a
la Misa de Beatificación. Era la solemnidad de la Anunciación y la misa sería
la propia de esta solemnidad, obligada en toda la Iglesia, pero con especial
imperativo en Almería, por ser el misterio de la Encarnación titular de la
Santa Apostólica Iglesia Catedral. Las puertas de acceso al recinto se abrían a
las 8,00h y la explanada de aparcamiento comenzaba a recibir autobuses de las
comunidades parroquiales de la diócesis, pero muchos también venidos de las parroquias
de Granada y Guadix, peregrinos de etnia gitana de distintas diócesis españolas
que habían llegado la víspera y participado en la Velada de recepción. Todos
estos grupos de fieles, encabezados por sus párrocos y vicarios parroquiales se
sumaban al gran número de responsables vicarios generales y episcopales,
Delegados para las Causas de los Santos confluían en el recito.
El recinto ferial del Palacio de Congresos y
Exposiciones convertido en espacio sagrado
La acomodación del recinto ferial del Palacio de
Congresos ha sido un logro de ejecución. Toda la logística ha tenido un
coordinador eficaz en la persona del Vicario general monseñor Miguel Romera Domene, que
ha contado con las empresas de ejecución necesaria. El proyecto diseñado por el
arquitecto Miguel
Nieto, al que se deben diversos proyectos diocesanos de
mantenimiento y nueva planta, ha sido realizado por la empresa de eventos «Imagen Corpórea», con
cuya intervención se acertó a crear un espacio sagrado funcional y de gran
valor estético distribuido entre el ámbito destinado a presbiterio propiamente
dicho, la ubicación adecuada para los cardenales, arzobispo y obispos
presentes, acompañados por los sacerdotes que por sus cargos pastorales les
seguían en orden de prelación.
Las piezas de altar y ambón bien confeccionadas en madera con un estilo
sencillo y uniforme concentraban la atención de la acción sagrada. En una
meseta un poco más elevada, tras el altar, se hallaba la sede traída del Palacio Episcopal, desde la cual
presidiría el Cardenal Legado la celebración. En un nivel ligeramente inferior,
flanqueando al Cardenal Legado se habían dispuesto dos asientos destacados para
el Obispo de Almería y el Arzobispo metropolitano de Granada.
Presidía el recinto sagrado confeccionado para la
ocasión el hermoso Cristo
del Amor, obra del artista almeriense indalianoJesús de
Perceval, que repuso en los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo gran
parte de la imaginería destruida por la persecución religiosa. Esta magnífica
talla preside el muro frontal de la capilla mayor de la iglesia parroquial de
San Sebastián en la capital.
Dos pilastras estaban dispuestas en el improvisado
presbiterio del recinto ferial, una para recibir en la víspera de la
Beatificación la imagen sagrada de la Virgen
del Mar, Patrona de Almería, y en su momento, como parte del
ritual de la Beatificación, el precioso Relicario de los Mártires, una
pieza barroca restaurada muy bella, destinada a relicario múltiple, en la cual
se habían colocado reliquias de varios mártires, representativos del conjunto.
Las reliquias han sido posibles gracias al complejo trabajo de exhumaciones
realizado por el tribunal diocesano constituido al efecto y presidido por el
Vicario Judicial don
José Juan Alarcón Ruiz.
El aforo y el voluntariado
El recinto dispuso de 6.000
sillas, medio infalible para calcular la asistencia de
fieles que abarrotaban el recinto. El cálculo de asistente fue progresivamente
modificándose a medida que se acercaba la fecha, partiendo de las 4.000 sillas
primeras, su número se fue incrementando hasta alcanzar la cifra mencionada,
quedando tan sólo las últimas filas sin ocupar durante la celebración, si bien
la gente seguía llegando. Ubicadas las últimas filas a cierta lejanía del
espacio celebrativo, todos pudieron seguir la celebración desde todos los
ángulos del recinto gracias al sistema de pantallas, una de ellas de grandes
dimensiones, montadas al efecto. Se ha aprovechado el acontecimiento, para
instalar pantallas también en la Catedral de Almería y facilitar el seguimiento
de las celebraciones de mayor concurrencia desde los distintos ángulos de la
Catedral. Estas pantallas se estrenaron en la Misa de Acción de gracias del día
26, Domingo IV de Cuaresma.
En las filas primeras filas delante del espacio celebrativo se colocaron todos los presbíteros y diáconos asistentes, que concelebraron la santa Misa. Detrás las autoridades y los familiares de los mártires en espacios acotados para ellos. Casi medio centenar de alcaldes acompañaron a las parroquias de los municipios de procedencia de los mártires y de los lugares donde fueron martirizados, sin distinción de militancia política en un gesto apreciado por todos los fieles de verdadera concordia social y respeto religioso. Los representantes de las instituciones civiles y militares acompañaron a la multitud congregada.
En las filas primeras filas delante del espacio celebrativo se colocaron todos los presbíteros y diáconos asistentes, que concelebraron la santa Misa. Detrás las autoridades y los familiares de los mártires en espacios acotados para ellos. Casi medio centenar de alcaldes acompañaron a las parroquias de los municipios de procedencia de los mártires y de los lugares donde fueron martirizados, sin distinción de militancia política en un gesto apreciado por todos los fieles de verdadera concordia social y respeto religioso. Los representantes de las instituciones civiles y militares acompañaron a la multitud congregada.
Colocar y atender a los fieles fue tarea del
voluntariado, dos
centenares de
jóvenes y adultos que coordinó con agilidad el sacerdote José María Sánchez
García, delegado episcopal para el Apostolado seglar. Una
singular aportación al desarrollo logístico de la Beatificación se ha debido a
la Asociación privada de fieles «Providencia», a jóvenes y adultos de
las Hermandades y Cofradías y colaboradores parroquiales, la mayoría del
apostolado seglar. Tarea de este voluntariado fue la acogida y acomodación de
los peregrinos, la preparación de los paramentos litúrgicos y vasos sagrados al
servicio del altar y su custodia, recogida de la colecta, ayuda a los sacerdotes
y diáconos en la distribución de la sagrada Comunión (hasta 40 puntos, que
agilizaron la distribución), traslado de los instrumentos litúrgicos y retorno
a su lugar.
FUENTE: NOTICIAS
DIOCESIS DE ALMERIA
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