martes, 30 de noviembre de 2021

26 DE FEBRERO BEATIFICACION DE 16 MARTIRES DEL SIGLO XX EN GRANADA.

 


FUENTE: NOTICIAS ARCHIDIOCESIS DE GRANADA.

La Archidiócesis de Granada acogerá el 26 de febrero de 2022, en la S.I Catedral, la ceremonia de beatificación de 16 mártires del siglo XX en Granada, que murieron perdonando a sus verdugos. Precisamente, el lema de estas beatificaciones afirman esa vida entregada por amor a Dios, por encima de su propia vida, perdonando: “Tu Gracia vale más que la vida”.

Los próximos nuevos beatos granadinos son sacerdotes en su mayoría, así como un seminarista y un laico, víctimas de la persecución religiosa en España en los años 1936-1939. Los nuevos beatos forman parte de la Causa de beatificación Cayetano Giménez Martínez y 15 compañeros mártires y son los siguientes:

Cayetano Giménez Martín, párroco de la Encarnación y arcipreste de Loja
José Becerra Sánchez, presbítero
José Jiménez Reyes, coadjuntor de Santa Catalina y Encargado de Riofrío
Pedro Ruiz de Valdivia, arcipreste de Alhama de Granada
Francisco Morales Valenzuela, nacido y martirizado en Alhama de Granada
José Frías Ruiz, coadjutor de Alhama de Granada.
Manuel Vázquez Alfalla, mártir de Motril
Ramón Cervilla Luis, mártir de Almuñécar
Lorenzo Palomino Villaescusa, mártir de Salobreña
José Rescalvo Ruiz, mártir de Cádiar
Manuel Vilches Montalvo, mártir de Iznalloz
José María Polo Rejón, mártir de Arenas del Rey
Juan Bazaga Palacios, mártir de La Herradura
Miguel Romero Rojas, sacerdote y mártir de Coín
Antonio Caba Pozo, seminarista
José Muñoz Calvo, laico, presidente de Acción Católica de Alhama de Granada

El 29 de noviembre de 2019 la Santa Sede comunicó la promulgación del Decreto que anuncia esta próxima beatificación. La apertura del proceso diocesano para estudiar la causa de beatificación se abrió el 1 de julio de 1999 y concluyó en su fase diocesana el 28 de septiembre de ese año.

La ceremonia de beatificación se celebra este 26 de febrero de 2022, tras haberse suspendido por motivos de la pandemia.

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23 DE MAYO, CEREMONIA DE BEATIFICACIÓN DE 16 MÁRTIRES DEL SIGLO XX EN GRANADA.
PARA LA PRÓXIMA PRIMAVERA SE ESPERA LA BEATIFICACIÓN DEL SACERDOTE SALOBREÑERO LORENZO PALOMINO.
SE POSPONE HASTA NUEVO AVISO LA CEREMONIA DE BEATIFICACIÓN DE 16 MÁRTIRES GRANADINOS.


MARTIRES DE GRANADA DEL SIGLO XX.
16 JOSE MUÑOZ CALVO. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
15 MIGUEL ROMERO ROJAS. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
14 ANTONIO CABA POZO. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
13 UAN BAZAGA PALACIOS. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
12 JOSE MARIA POLO REJON. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
11 MANUEL VILCHEZ MONTALVO. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
10 JOSE ANTONIO RESCALVO RUIZ. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
9 ORENZO PALOMINO VILLAESCUSA. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
8 RAMON CERVILLA LUIS. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
7 MANUEL VAZQUEZ ALFALLA. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
6 JOSE FRIAS RUIZ. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
5 FRANCISCO MORALES VALENZUELA. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
4 PEDRO RUIZ DE VALDIVIA. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
3 JOSE JIMENEZ REYES. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
2 JOSE BECERRA SANCHEZ. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
1 CAYETANO GIMÉNEZ MARTÍN. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.

jueves, 25 de noviembre de 2021

LANZAMIENTO DE UNA WEB QUE MUESTRA LA SANTIDAD DE LOS GRANADINOS.

 

Se puede ir a la WEB desde este enlace 

FUENTE: ARCHIDIOCESIS DE GRANADA.

En santosybeatos.archidiocesisgranada.es, se ofrece el testimonio de los granadinos en proceso de beatificación, beatificados, canonizados, o cuya causa está abierta, y que constituyen la riqueza de fe en Jesucristo vivida y transmitida en nuestra diócesis.

El Salmo que cantamos en la liturgia de las Horas nos recuerda que “Tu Gracia vale más que la vida”. La sangre de los mártires, que fueron asesinados por motivos de su fe en Jesucristo y murieron perdonando a sus verdugos, hace palpable la afirmación de este Salmo: “Tu Gracia vale más que la vida”. El testimonio de los mártires y del pueblo de santidad –beatos, santos, siervos de Dios…- en la Archidiócesis de Granada está ahora recogida en una web que irá completándose a medida que vayan surgiendo nuevas causas y cerrando otras.

Además de las semblanzas de los beatos y santos de nuestra diócesis, la web también incluye un apartado con documentos de la Santa Sede en materia de santidad, noticias y un apartado destacado sobre la próxima beatificación de los 16 mártires granadinos en la persecución religiosa en España entre 1936 1939, que se celebrarán en nuestra diócesis.

Paqui Pallarés

Delegada de Medios de Comunicación Social

miércoles, 24 de noviembre de 2021

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 2: “SAN JOSE EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN”.

 

Catequesis sobre san José 2. San José en la historia de salvación

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El miércoles pasado empezamos el ciclo de catequesis sobre la figura de san José —está terminando el año dedicado a él—. Hoy proseguimos este recorrido deteniéndonos en su rol en la historia de la salvación.

Jesús en los Evangelios es indicado como «hijo de José» (Lc 3,23; 4,22; Jn 1,45; 6,42) e «hijo del carpintero» (Mt 13,55; Mc 6,3). Los Evangelistas Mateo y Lucas, narrando la infancia de Jesús, dan espacio al rol de José. Ambos componen una “genealogía”, para evidenciar la historicidad de Jesús. Mateo, dirigiéndose sobre todo a los judeocristianos, parte de Abraham para llegar a José, definido «el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo» (1,16). Lucas, sin embargo, se remonta hasta Adán, empezando directamente por Jesús, que «era hijo de José», pero precisa: «según se creía» (3,23). Por tanto, ambos evangelistas presentan a José no como padre biológico, pero de todas formas como padre de Jesús en toda regla. A través de él, Jesús realiza el cumplimiento de la historia de la alianza y de la salvación transcurrida entre Dios y el hombre. Para Mateo esta historia comienza con Abraham, para Lucas con el origen mismo de la humanidad, es decir con Adán.  

El evangelista Mateo nos ayuda a comprender que la figura de José, aunque aparentemente marginal, discreta, en segunda línea, representa sin embargo una pieza fundamental en la historia de salvación. José vive su protagonismo sin querer nunca adueñarse de la escena. Si lo pensamos, «nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes —corrientemente olvidadas— que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, […]. Cuántos padres, madres, abuelos y abuelas, docentes muestran a nuestros niños, con gestos pequeños, con gestos cotidianos, cómo enfrentar y transitar una crisis readaptando rutinas, levantando miradas e impulsando la oración. Cuántas personas rezan, ofrecen e interceden por el bien de todos» (Cart. ap. Patris corde, 1). Así, todos pueden hallar en san José, el hombre que pasa inobservado, el hombre de la presencia cotidiana, de la presencia discreta y escondida, un intercesor, un apoyo y una guía en los momentos de dificultad. Él nos recuerda que todos aquellos que están aparentemente escondidos o en “segunda línea” tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. El mundo necesita a estos hombres y a estas mujeres: hombres y mujeres en segunda línea, pero que sostienen el desarrollo de nuestra vida, de cada uno de nosotros, y que, con la oración, con el ejemplo, con la enseñanza nos sostienen en el camino de la vida.

En el Evangelio de Lucas, José aparece como el custodio de Jesús y de María. Y por esto es también «el Custodio de la Iglesia: si ha sido el custodio de Jesús y de María, trabaja, ahora que está en los cielos, y sigue haciendo el custodio, en este caso de la Iglesia; porque la Iglesia es la extensión del Cuerpo de Cristo en la historia, y al mismo tiempo en la maternidad de la Iglesia se refleja la maternidad de María. José, a la vez que continúa protegiendo a la Iglesia —por favor, no os olvidéis de esto: hoy, José protege la Iglesia— sigue amparando al Niño y a su madre» (ibid., 5). Este aspecto de la custodia de José es la gran respuesta al pasaje del Génesis. Cuando Dios le pide a Caín que rinda cuentas sobre la vida de Abel, él responde: «¿Soy yo acaso el guarda de mi hermano?» (4,9). José, con su vida, parece querer decirnos que siempre estamos llamados a sentirnos custodios de nuestros hermanos, custodios de quien se nos ha puesto al lado, de quien el Señor nos encomienda a través de muchas circunstancias de la vida.

Una sociedad como la nuestra, que ha sido definida “líquida”, porque parece no tener consistencia. Yo corregiré a ese filósofo que acuñó esta definición y diré: más que líquida, gaseosa, una sociedad propiamente gaseosa. Esta sociedad líquida, gaseosa encuentra en la historia de José una indicación bien precisa sobre la importancia de los vínculos humanos. De hecho, el Evangelio nos cuenta la genealogía de Jesús, además de por una razón teológica, para recordar a cada uno de nosotros que nuestra vida está hecha de vínculos que nos preceden y nos acompañan. El Hijo de Dios, para venir al mundo, ha elegido la vía de los vínculos, la vía de la historia: no bajó al mundo mágicamente, no. Hizo el camino histórico que hacemos todos nosotros.

Queridos hermanos y hermanas, pienso en muchas personas a las que les cuesta encontrar vínculos significativos en su vida, y precisamente por esto cojean, se sienten solos, no tienen la fuerza y la valentía para ir adelante. Quisiera concluir con una oración que les ayude y nos ayude a todos nosotros a encontrar en san José un aliado, un amigo y un apoyo.

San José,
tú que has custodiado el vínculo con María y con Jesús,
ayúdanos a cuidar las relaciones en nuestra vida.
Que nadie experimente ese sentido de abandono
que viene de la soledad.
Que cada uno se reconcilie con la propia historia,
con quien le ha precedido,
y reconozca también en los errores cometidos
una forma a través de la cual la Providencia se ha hecho camino,
y el mal no ha tenido la última palabra.
Muéstrate amigo con quien tiene mayor dificultad,
y como apoyaste a María y Jesús en los momentos difíciles,
apóyanos también a nosotros en nuestro camino. Amén.

AUDIENCIA GENERAL PAPA FRANCISCO
Aula Pablo VI
Miércoles, 24 de noviembre de 2021
FUENTE: VATICAN_VA

CATEQUESIS PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE:

 CARTA APOSTOLICA “PATRIS CORDE” DEL SANTO PADRE FRANCISCO.  150 ANIVERSARIO DE LA DECLARACION DE SAN JOSE COMO PATRONO DE LA IGLESIA UNIVERSAL.


CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 1: “SAN JOSE Y EL AMBIENTE EN EL QUE VIVIÓ”.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 2: “SAN JOSE EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN”.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 3: “JOSÉ, HOMBRE JUSTO Y ESPOSO DE MARIA”.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 4: “SAN JOSE, HOMBRE DEL SILENCIO”.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 5: “SAN JOSE, EMIGRANTE PERSEGUIDO Y VALIENTE”.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 6: “SAN JOSE, EL PADRE PUTATIVO DE JESUS”.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 7: “SAN JOSE EL CARPINTERO”.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 8: “SAN JOSE PADRE EN LA TERNURA”.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 9: “SAN JOSE, HOMBRE QUE “SUEÑA”.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 10: “SAN JOSE Y LA COMUNION DE LOS SANTOS”.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 10: “SAN JOSE Y LA COMUNION DE LOS SANTOS”.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 11: “SAN JOSE, PATRONO DE LA BUENA MUERTE”.

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 12: “SAN JOSE, PATRONO DE LA IGLESIA UNIVERSAL”.

miércoles, 17 de noviembre de 2021

CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE 1: “SAN JOSE Y EL AMBIENTE EN EL QUE VIVIÓ”.


“San José y el ambiente en el que vivió”

Catequesis sobre san José - 1. San José y el ambiente en el que vivió

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El 8 de diciembre de 1870, el beato Pío IX proclamó a san José patrón de la Iglesia universal. Ahora, 150 años después de aquel acontecimiento, estamos viviendo un año especial dedicado a san José, y en la Carta Apostólica Patris corde he recogido algunas reflexiones sobre su figura. Nunca antes como hoy, en este tiempo marcado por una crisis global con diferentes componentes, puede servirnos de apoyo, consuelo y guía. Por eso he decidido dedicarle una serie de catequesis, que espero nos ayuden a dejarnos iluminar por su ejemplo y su testimonio. Durante algunas semanas hablaremos de san José.

En la Biblia hay más de diez personajes que llevan el nombre de José. El más importante de ellos es el hijo de Jacob y Raquel, que, a través de diversas peripecias, pasó de ser un esclavo a convertirse en la segunda persona más importante de Egipto después del faraón (cf. Gn 37-50). El nombre José en hebreo significa “que Dios acreciente. Que Dios haga crecer”. Es un deseo, una bendición fundada en la confianza en la providencia y referida especialmente a la fecundidad y al crecimiento de los hijos. De hecho, precisamente este nombre nos revela un aspecto esencial de la personalidad de José de Nazaret. Él es un hombre lleno de fe en su providencia: cree en la providencia de Dios, tiene fe en la providencia de Dios. Cada una de sus acciones, tal como se relata en el Evangelio, está dictada por la certeza de que Dios “hace crecer”, que Dios “aumenta”, que Dios “añade”, es decir, que Dios dispone la continuación de su plan de salvación. Y en esto, José de Nazaret se parece mucho a José de Egipto.

También las principales referencias geográficas que se refieren a José: Belén y Nazaret, asumen un papel importante en la comprensión de su figura.

En el Antiguo Testamento la ciudad de Belén se llama con el nombre de Beth Lehem, es decir, “Casa del pan”, o también Efratá, por la tribu que se asentó allí. En árabe, en cambio, el nombre significa “Casa de la carne”, probablemente por el gran número de rebaños de ovejas y cabras presentes en la zona. De hecho, no es casualidad que, cuando nació Jesús, los pastores fueran los primeros testigos del acontecimiento (cf. Lc 2,8-20). A la luz del relato de Jesús, estas alusiones al pan y a la carne remiten al misterio de la Eucaristía: Jesús es el pan vivo bajado del cielo (cf. Jn 6,51). Él mismo dirá de sí: «El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna» (Jn 6,54).

Belén se menciona varias veces en la Biblia, ya en el libro del Génesis. Belén también está vinculada a la historia de Rut y Noemí, contada en el pequeño pero maravilloso Libro de Rut. Rut dio a luz a un hijo llamado Obed, que a su vez dio a luz a Jesé, el padre del rey David. Y fue de la línea de David de donde provino José, el padre legal de Jesús. El profeta Miqueas predijo grandes cosas sobre Belén: «Mas tú, Belén-Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti me ha de salir aquel que ha de dominar en Israel» (Mi 5,1). El evangelista Mateo retomará esta profecía y la vinculará a la historia de Jesús como su evidente cumplimiento.

De hecho, el Hijo de Dios no eligió Jerusalén como lugar de su encarnación, sino Belén y Nazaret, dos pueblos periféricos, alejados del clamor de las noticias y del poder del tiempo. Sin embargo, Jerusalén era la ciudad amada por el Señor (cf. Is 62,1-12), la «ciudad santa» (Dn 3,28), elegida por Dios para habitarla (cf. Zac 3,2; Sal 132,13). Aquí, en efecto, habitaban los maestros de la Ley, los escribas y fariseos, los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo (cf. Lc 2,46; Mt 15,1; Mc 3,22; Jn 1,19; Mt 26,3).

Por eso la elección de Belén y Nazaret nos dice que la periferia y la marginalidad son predilectas de Dios. Jesús no nace en Jerusalén con toda la corte… no: nace en una periferia y pasó su vida, hasta los 30 años, en esa periferia, trabajando como carpintero, como José. Para Jesús, las periferias y las marginalidades son predilectas. No tomar en serio esta realidad equivale a no tomar en serio el Evangelio y la obra de Dios, que sigue manifestándose en las periferias geográficas y existenciales. El Señor actúa siempre a escondidas en las periferias, también en nuestra alma, en las periferias del alma, de los sentimientos, tal vez sentimientos de los que nos avergonzamos; pero el Señor está ahí para ayudarnos a ir adelante. El Señor continúa manifestándose en las periferias, tanto en las geográficas, como en las existenciales.  En particular, Jesús va en busca de los pecadores, entra en sus casas, les habla, los llama a la conversión.  Y también se le reprende por ello: “Pero mira a este Maestro —dicen los doctores de la ley— mira a este Maestro: come con los pecadores, se ensucia, va a buscar a aquellos que no han hecho el mal, pero lo han sufrido: los enfermos, los hambrientos, los pobres, los últimos. Siempre Jesús va hacia las periferias. Y esto nos debe dar mucha confianza, porque el Señor conoce las periferias de nuestro corazón, las periferias de nuestra alma, las periferias de nuestra sociedad, de nuestra ciudad, de nuestra familia, es decir, esa parte un poco oscura que no dejamos ver, tal vez por vergüenza.

Bajo este aspecto, la sociedad de aquella época no es muy diferente de la nuestra. También hoy hay un centro y una periferia. Y la Iglesia sabe que está llamada a anunciar la buena nueva a partir de las periferias. José, que es un carpintero de Nazaret y que confía en el plan de Dios para su joven prometida y para él mismo, recuerda a la Iglesia que debe fijar su mirada en lo que el mundo ignora deliberadamente. Hoy José nos enseña esto: “a no mirar tanto a las cosas que el mundo alaba, a mirar los ángulos, a mirar las sombras, a mirar las periferias, lo que el mundo no quiere”. Nos recuerda a cada uno de nosotros que debemos dar importancia a lo que otros descartan. En este sentido, es un verdadero maestro de lo esencial: nos recuerda que lo realmente valioso no llama nuestra atención, sino que requiere un paciente discernimiento para ser descubierto y valorado. Descubrir lo que vale.  Pidámosle que interceda para que toda la Iglesia recupere esta mirada, esta capacidad de discernir y esta capacidad de evaluar lo esencial. Volvamos a empezar desde Belén, volvamos a empezar desde Nazaret.

Quisiera hoy enviar un mensaje a todos los hombres y mujeres que viven en las periferias geográficas más olvidadas del mundo o que viven situaciones de marginalidad existencial. Que puedan encontrar en san José el testigo y el protector al que mirar. A él podemos dirigirnos con esta oración, oración “hecha en casa”, pero que ha salido del corazón:

San José,
tú que siempre te has fiado de Dios,
y has tomado tus decisiones
guiado por su providencia,
enséñanos a no contar tanto en nuestros proyectos,
sino en su plan de amor.
Tú que vienes de las periferias,
ayúdanos a convertir nuestra mirada
y a preferir lo que el mundo descarta y pone en los márgenes.
Conforta a quien se siente solo
Y sostiene a quien se empeña en silencio
Por defender la vida y la dignidad humana. Amén.

 

AUDIENCIA GENERAL PAPA FRANCISCO
Aula Pablo VI
Miércoles, 17 de noviembre de 2021
FUENTE: VATICAN_VA

CATEQUESIS PAPA FRANCISCO SOBRE SAN JOSE:

 CARTA APOSTOLICA “PATRIS CORDE” DEL SANTO PADRE FRANCISCO.  150 ANIVERSARIO DE LA DECLARACION DE SAN JOSE COMO PATRONO DE LA IGLESIA UNIVERSAL.


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martes, 9 de noviembre de 2021

MARTIRES DE GRANADA DEL SIGLO XX.

Según información cercana a la causa de beatificación de los Mártires de Granada, se baraja el 26 de Febrero de 2022, como una fecha probable para la Beatificación despues de haber sido aplazada por causas de la pandemia.



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16 JOSE MUÑOZ CALVO. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
15 MIGUEL ROMERO ROJAS. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
14 ANTONIO CABA POZO. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
13 UAN BAZAGA PALACIOS. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
12 JOSE MARIA POLO REJON. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
11 MANUEL VILCHEZ MONTALVO. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
10 JOSE ANTONIO RESCALVO RUIZ. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
9 ORENZO PALOMINO VILLAESCUSA. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
8 RAMON CERVILLA LUIS. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
7 MANUEL VAZQUEZ ALFALLA. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
6 JOSE FRIAS RUIZ. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
5 FRANCISCO MORALES VALENZUELA. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
4 PEDRO RUIZ DE VALDIVIA. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
3 JOSE JIMENEZ REYES. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
2 JOSE BECERRA SANCHEZ. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.
1 CAYETANO GIMÉNEZ MARTÍN. MARTIR DE GRANADA DEL SIGLO XX.

lunes, 8 de noviembre de 2021

V CENTENARIO DEL TRASLADO DE LOS RESTOS DE LOS REYES CAT0LICOS A LA CAPILLA REAL.

 V Centenario del traslado de los Restos de los Reyes Católicos

10 de noviembre de 1521 Monasterio de San Francisco de la Alhambra

10 noviembre de 2021 Capilla Real de Granada


Lunes, 8 de noviembre

Conferencia. El culmen de un proyecto: Granada, la Nueva Jerusalén

Miguel Córdoba Escobar

Doctor en Historia del Arte

Licenciado-Máster en Teología, especialidad de Historia de la Iglesia

Capilla Real, 20.00 horas

 

Martes, 9 de noviembre

Inauguración de la reformada iluminación exterior de la Capilla Real

Iniciativa del Cabildo de la Capilla Real que ha contado con la colaboración de la Fundación Endesa, el Ayuntamiento y la Universidad de Granada (La Madraza)

Capilla Real, 19.00 horas

 

Miércoles, 10 de noviembre

Eucaristía de Acción de Gracias, presidida por el Sr. Arzobispo de Granada, Mons. Javier Martínez Fernández

Capilla Real, 18.00 horas

 

Acto cívico-religioso. Llegada de la Comitiva histórica y Corporación Municipal, tremolación del Estandarte Real y ofrenda floral en la cripta de los Reyes

Capilla Real, 19.15 horas

 

Jueves, 11 de noviembre

Presentación del libro Juana de Castilla

Intervienen Encarna Ximénez de Cisneros, la autora María Teresa Álvarez y Mons. Javier Martínez, Arzobispo de Granada

Capilla Real, 20.00 horas

 

Entrada libre (protocolo anti COVID)

FUENTE:

Centro Cultural Nuevo Inicio

centrocultural@archidiocesisgranada.es · www.archidiocesisgranada.es


domingo, 7 de noviembre de 2021

CALENDARIO DE ADVIENTO 2021 PARA COLOREAR.

 

Esta nueva edición del Calendario de Adviento para colorear, nos ayudará para ir acercando a los más pequeños al tiempo de Adviento, como una forma de prepararnos para vivir con más conciencia la Navidad. 


En PDF lo podéis encontrar AQUI

miércoles, 3 de noviembre de 2021

PALABRA DE VIDA DE NOVIEMBRE DE 2021.

 «Bienaventurados los que trabajan por la paz,  porque ellos serán llamados hijos de Dios» (Mt 5, 9).

El Evangelio de Mateo lo escribió un cristiano proveniente del ambiente judaico de su tiempo; por eso contiene tantas expresiones propias de esa tradición cultural y religiosa.

En el capítulo 5 Jesús es presentado como un nuevo Moisés que sube al monte a anunciar la esencia de la Ley de Dios: el mandamiento del amor. Para dar solemnidad a esta enseñanza, el Evangelio nos dice que Él está sentado, como un maestro. No solo eso: Jesús es además el primer testigo de lo que anuncia. Esto destaca de modo evidente cuando proclama las Bienaventuranzas, el programa de toda su vida. En ellas revela la radicalidad del amor cristiano con sus frutos de bendición y alegría plena. Eso es bienaventuranza.

«Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios»

En la Biblia, la paz -shalom en hebreo- indica la condición de armonía de la persona consigo misma, con Dios y con lo que la rodea; aún hoy es un saludo entre las personas, como un deseo de vida plena. La paz es ante todo don de Dios, pero también depende de nuestra adhesión.

Entre todas las bienaventuranzas, esta resuena como la más activa, pues nos invita a salir de la indiferencia para convertirnos en constructores de concordia a partir de nosotros mismos y a nuestro alrededor, poniendo en acción inteligencia, corazón y brazos. Requiere el esfuerzo de preocuparse por los demás, sanar heridas y traumas personales y sociales provocados por el egoísmo que divide y promover todos los esfuerzos en esta dirección.

Como Jesús, el Hijo de Dios, quien cumplió su misión cuando dio su vida en la cruz para volver a unir a los hombres con el Padre y traer de nuevo la fraternidad a la tierra. Por eso, cualquiera que sea constructor de paz se asemeja a Jesús y, como Él, es reconocido hijo de Dios.

«Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios»

Siguiendo las huellas de Jesús, también nosotros podemos transformar cada día en una «jornada de paz» poniendo fin a las pequeñas o grandes guerras que cada día se libran a nuestro alrededor. Para realizar este sueño es importante construir redes de amistad y solidaridad, tender la mano para ofrecer ayuda, pero también para aceptarla. Como cuentan Denise y Alessandro: «Cuando nos conocimos nos iba bien juntos. Nos casamos y al principio fue muy bonito, incluyendo el nacimiento de nuestros hijos. Con el pasar del tiempo comenzaron los altibajos; ya no había ningún tipo de diálogo entre nosotros, y cualquier cosa era objeto de discusión continua. Decidimos permanecer juntos, pero seguíamos cayendo en los mismos errores, rencores y enfrentamientos. Un día, una pareja de amigos nos propuso participar en un taller de apoyo a parejas con problemas. No solo encontramos personas competentes y preparadas, sino además una «familia de familias» con la que compartir nuestros problemas: ¡ya no estábamos solos! Volvió a encenderse una luz, pero fue solo el primer paso: una vez en casa no era fácil, y volvíamos a caer. Lo que nos ayuda es preocuparnos por el otro, con el compromiso de volver a empezar y seguir en contacto con estos nuevos amigos para seguir adelante juntos».

«Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios».

La paz, la de Jesús, como dice Chiara Lubich, «exige de nosotros corazones y ojos nuevos para amar y ver en todos otros tantos candidatos a la fraternidad universal». Y añade: «Nos podemos preguntar: "¿También en los vecinos pendencieros?, ¿también en los compañeros de trabajo que entorpecen mi carrera?, ¿también en los militantes de otro partido o en los hinchas de un equipo de fútbol adversario?, ¿también en las personas de religión o nacionalidad distintas a la mía?': Sí, cada uno es mi hermano o mi hermana. La paz empieza precisamente por ahí, por la relación que sé instaurar con cada prójimo. "El mal nace del corazón del hombre -escribía Igino Giordani-, y para apartar el peligro de la guerra hace falta desterrar el espíritu de agresión y de explotación y egoísmo del que procede la guerra: hace falta reconstruir una conciencia”[1]. El mundo cambia si cambiamos nosotros, [...] sobre todo poniendo de relieve lo que nos une podremos contribuir a crear una mentalidad de paz y a trabajar juntos por el bien de la humanidad. […] Al final es el amor el que vence, porque es más fuerte que cualquier otra cosa. Probemos a vivir así en este mes, para ser levadura de una nueva cultura de paz y de justicia. Veremos renacer en nosotros y alrededor de nosotros una nueva humanidad".

LETIZIA MAGRI.



[1] l. GIORDANI, L'inutilità della guerra, Roma 2003, p. 111