La Iglesia de los Santos Justo y
Pastor nos la encontramos en pleno centro de la ciudad en la Plaza de la
Universidad a mitad de la Calle San Jerónimo de Granada. Constituía junto con
otros edificios, el Colegio San Pablo que la compañía de Jesús estableció en
Granada en 1554. Después de la expulsión de los Jesuitas en 1767, la iglesia
permaneció cerrada varios años, hasta que en 1771 se trasladó la colegiata del
Salvador y en 1779 la parroquia de los Santos Justo y Pastor que había tenido
su sede en la cercana Plaza de la Encarnación.
La iglesia se comienza a levantar en un
solar que ocupaba la mezquita y aljibe de Majadalbecy, cerca de la Bab al-Riba
o puerta del Molino de la Harina en la que es hoy la Plaza de la Encarnación,
aunque el avance más grande de la obra se realiza a partir de 1575, obra de
Martín de Baceta y de Alonso Romero, terminándose en 1621.
La Iglesia de San Justo y Pastor, de
cantería con piedra de Alfacar, es de las mas suntuosas de Granada, se trata de
un templo que tiene planta de cruz latina con una única nave apoyada sobre
pilastras de orden dórico que dan paso a las capillas laterales. La nave la
cubre una bóveda de cañón decorada con casetones sobre las que se abren las
ventanas. En el crucero se eleva un gran cimborrio sobre columnas dóricas,
apoyadas sobre pedestales que se culminan con una cúpula esférica.
El altar mayor fue proyecto por
Francisco Díaz Ribero tiene bóveda decorada con figuras en relieve. Fue
costeada por Don Bartolomé Venoso para enterramiento de él y sus descendientes
y se terminó hacia 1621 junto con el crucero y la cúpula. Francisco Díaz de
Rivero, de origen burgalés, paso por Madrid y Sevilla, terminando en Granada
donde estuvo trabajando en la Abadía del Sacromonte. Más tarde ingresó en la Compañía
de Jesús.
El retablo a pesar de sus frontones
partidos y columnas retorcidas, con decoración de cintas que aparentan una red,
resulta serio y solemne debido a su policromía en oro negro. Un gran arco
semicircular cubre un hermoso tabernáculo cilíndrico, con arcos, columnillas y
molduras que encuadran encasamientos con pequeñas figuras.
En el centro, un Manifestador para
exponer el Santísimo Sacramento y ocultarlo el mismo tiempo, ya que se puede
hacer girar el tabernáculo por medio de un mecanismo. Hoy aparece en la
posición de abierto destacándose en el centro la pequeña pero bellísima
Inmaculada de José de Mora. Debajo y ya en el Altar Mayor, podemos observar la
puertecilla del Sagrario con un precioso Niño Pastor.
La cornisa, que cubre este primer cuerpo
del retablo, sujeta un frontón partido sobre el que se levanta un segundo
cuerpo del retablo apoyado en columnas salomónico y en cuyo fondo destaca un Crucificado
entre los dos relicarios que acaban en herrerías pirámides con bolas.
Es necesario aclarar, aunque no deja de
resultar curioso, que este fondo también es giratorio y al darle la vuelta
aparece un gran cuadro que representa la Conversión de San Pablo, pintado por
Pedro Atanasio Bocanegra, pintor granadino de principios del s. XVIII. Es
costumbre que el Crucificado esté visible durante la Cuaresma, y una vez pasada
se le da la vuelta y es resto del año se muestra el cuadro de S. Pablo.
En el primer cuerpo de este retablo y a
ambos lados del tabernáculo, se aprecian dos urnas-relicarios sobre las que se
apoyan dos pequeños bustos que también son relicarios. En el segundo cuerpo y
en los encasamientos laterales hay otros dos relicarios. Estos cuatro
relicarios estuvieron en otro tiempo tapados por cuatro bellísimos cuadros de
Bocanegra y que en ciertas solemnidades se descolgaban, con lo que podían
admirarse los relicarios. Los cuadros de Bocanegra han sido restaurados y
colgados en las capillas laterales, donde es más fácil su contemplación.
Los cuadros del segundo cuerpo
representan a San Pablo arrodillado sobre nubes y a Dios en actitud de
bendecirlo. En cambio los del primer cuerpo nos muestran la Flagelación y una
escena de la vida de San Pablo y San Ignacio, constituyendo un discurso
narrativo que establece un paralelismo entre ambos santos: el uno, patrono del
Templo y el otro, fundador de la Compañía.
Los retablos colaterales del crucero,
análogos de traza, tienen dos cuerpos apoyados en columnas corintias con
estatuas de santos jesuitas en los encasamientos, realizadas hacia mitad del s.
XVII. La más importante de estos retablos es la de San José con el niño, obra
de José de Mora, uno de los mejores imagineros granadinos del s. XVIII. Estos
retablos, así como los más pequeños de los costados, que tienen columnas
decoradas con estrías en espiral, son obra de Díaz de Rivero, autor también del
retablo de la Capilla Mayor. En los encasamientos de dichos retablos se
encuentran actualmente las dos imágenes de los Santos niños mártires Justo y
Pastor, talladas por el imaginero Torcuato Ruiz del Peral con precioso
modelado.
Dentro de las capillas laterales existen
esculturas y lienzos de autores de la escuela granadina. Entre las esculturas
figuran: un nazareno, de vestir, y un San Francisco de Borja, obras de José de
Mora, una dolorosa, de vestir, atribuida a Ruiz del Peral y un Ecce-Homo de
barro pintado, al parecer obra de los hermanos García. Hoy también se encuentran
en estas capillas los cuatro cuadros de Bocanegra restaurados, y que en otro
tiempo estuvieron colgados en el Retablo de la Capilla Mayor.
Entrando al templo en el lateral
izquierdo se encuentra esta capilla donde permanecen expuestas las imágenes
titulares de la Cofradía de los Estudiantes: Nuestro Señor de la Meditación y María
Santísima de los Remedios, Reina y Madre de los Estudiantes.
La sacristía es muy amplia y su bóveda
de estuco que simula falsas lunetas, está decorada con figuras alegóricas que
representan los símbolos marianos. Estas Yeserías se consideran, después de las
del coro de la Catedral de Córdoba, como las mejores de Andalucía. Abundan las
pinturas, destacándose entre todas la Inmaculada de Pedro Atanasio Bocanegra. Muy
bellos son los seis cobres italianos con temas de la Pasión, y sobre la pila de
agua bendita hay un relieve en mármol de Carrara, obra italiana del s. XVI.
De las dos portadas que tiene la
iglesia, la que da a la Calle San Jerónima es muy sencilla, dos columnas corintias
que apoyan un dintel y un cornisamento con relieves de ángeles. La porta
principal, la que da a la Plaza de la Universidad, la más importante, presenta
dos cuerpos; el primero con doble pareja de columnas corintias sobre altos
pedestales labrados y entre ellas, relieves de mármol blanco.
En el centro,
arco de medio punto sobre el que se alza el cuerpo segundo con un gran relieve
de la conversión de San Pablo. Remata la fachada la estatua de San Ignacio. La
portada principal y la torre, son obras del arquitecto José de Bada. La torre
es de estilo barroco y está adosada a la cabecera de la iglesia en el lado del
evangelio, en la que se pueden distinguir tres cuerpos superpuestos, sobresaliendo
del resto de la edificación los dos últimos. La casa parroquial era la antigua casa de los padres
del Colegio de los Jesuitas.
Su cúpula esférica, tiene unas vigorosas
nervaduras y un airoso cuerpo de luces con arquillos apoyados en columnas
dóricas y rematadas con una crestería de balaustrada con jarrones.
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obtenida en la red, así como las imágenes. Entre otras páginas se han utilizado
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