San Lucas (17, 5-10)
En aquel
tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor:
«Auméntanos
la fe».
El Señor
dijo:
«Si
tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:
“Arráncate
de raíz y plántate en el mar», y os obedecería.
¿Quién de
vosotros, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del
campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”?
¿No le
diréis más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y
después comerás y beberás tú”?
¿Acaso tenéis
que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros:
cuando hayáis hecho todo lo que se os ha mandado, decid:
“Somos
siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».
* * * * *
Meditación del Papa Francisco
Me parece
que todos nosotros podemos hacer nuestra esta invocación. También nosotros,
como los apóstoles, decimos al Señor Jesús: “¡Auméntanos la fe!”. Sí, Señor,
nuestra fe es pequeña, nuestra fe es débil, frágil, pero te la ofrecemos tal
como es, para que Tú la hagas crecer. ¿Les parece que repitamos todos juntos
esto: Señor, auméntanos la fe? ¿Lo hacemos? Todos: Señor auméntanos la fe.
¡Señor, auméntanos la fe. Señor auméntanos la fe! ¡Que nos la haga crecer, ¡eh!
Y el
Señor, ¿qué cosa nos responde? Responde: “Si tuvieran fe como un grano de
mostaza, habrían dicho a este sicómoro: ‘Arráncate y plántate en el mar’, y les
habría obedecido”. La semilla de la mostaza es pequeñísima, pero Jesús dice que
basta tener una fe así, pequeña, pero verdadera, sincera, para hacer cosas
humanamente imposibles, impensables. ¡Y es verdad!» (S.S. Francisco, 6 de
octubre de 2013).
FUENTE: CATHOLIC NET
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