martes, 31 de marzo de 2020

LA VIDA CAMINO DE SANTIDAD: ESCUCHAR AL HERMANO.


“Escuchar al prójimo sin prisa”.
La escucha se hace disponibilidad hacia los otros.

La imagen de WALTER KOSTNER
GB y WW nos enseñan interesarnos por los demás


En el libro de Bessero Belti, "El silencio voz del alma", existen dos pasos significativos que subrayan la disposición interior de quien escucha: "Es necesario, por ejemplo, antes de nada, hacer callar la prisa que nos empuja a no interesarnos del prójimo con el pretexto de lo mucho que tenemos que hacer. Si recurrimos a este pretexto, es señal que en nosotros falta la condición fundamental de la escucha, que es siempre estar disponible hacia los demas, siempre deseosos de acogerlos y hacerles bien. No es cuestión de tiempo: se trata de disposición interior." 
Pero hay un segundo obstáculo, aún más insidioso: "Hay una prisa aún más escondida, que nos impide escuchar: y es la prisa con que nosotros, enseguida, inmediatamente, catalogamos a la persona que nos habla. Al punto que creemos de saber ya dónde terminará su discurso. Y así ocurre que, en lugar de escuchar, incluso callando de voz, nosotros hablamos con nosotros mismos de aquella persona, y hablamos independientemente de ella, como nos parece y gusta; y así no la encontramos, no lo aceptamos, no nos identificamos en ella." 
FUENTE: “Unità e carismi - L'attenzione all0altro”- Gennaro Cicchese.  Ed. CITTA NUOVA

domingo, 29 de marzo de 2020

EL PAPA EN LA HOMILIA DE HOY EN SANTA MARTA “QUE SEA EL DOMINGO DE LAS LAGRIMAS”.



Homilía del Santo Padre
Jesús tenía amigos. Amaba a todos, pero tenía amigos con los cuales tenía una relación especial, como se hace con los amigos, de más amor, de más confianza… Y muchas, muchas veces se quedaba en casa de estos hermanos: Lázaro, Marta, María… Y Jesús sintió dolor por la enfermedad y la muerte de su amigo. Llegó a la tumba y, se conmovió profundamente y muy turbado, preguntó: “¿Dónde lo habéis puesto?” (Jn 11,34). Y Jesús estalló en lágrimas. Jesús, Dios, pero hombre, lloró. En otra ocasión en el Evangelio se dice que Jesús lloró: cuando lloró por Jerusalén (Lc 19,41-42). ¡Y con cuanta ternura llora Jesús! Llora desde el corazón, llora con amor, llora con los suyos que lloran. El llanto de Jesús. Tal vez, lloró otras veces en la vida —no lo sabemos— ciertamente en el Huerto de los Olivos. Pero Jesús llora por amor, siempre.
Se conmueve profundamente y muy turbado lloró. Cuántas veces hemos escuchado en el Evangelio esta emoción de Jesús, con esa frase que se repite: “Viendo, tuvo compasión” (cf. Mt 9,36; Mt 14,14). Jesús no puede mirar a la gente y no sentir compasión. Sus ojos miran con el corazón; Jesús ve con sus ojos, pero ve con su corazón y es capaz de llorar.
Hoy, ante un mundo que sufre tanto, ante tanta gente que sufre las consecuencias de esta pandemia, me pregunto: ¿soy capaz de llorar, como seguramente lo habría hecho Jesús y lo hace ahora? ¿Mi corazón se parece al de Jesús? Y si es demasiado duro, si bien soy capaz de hablar, de hacer el bien, de ayudar, pero mi corazón no entra, no soy capaz de llorar, debo pedir esta gracia al Señor: Señor, que yo llore contigo, que llore con tu pueblo que en este momento sufre. Muchos lloran hoy. Y nosotros, desde este altar, desde este sacrificio de Jesús, de Jesús que no se avergonzó de llorar, pedimos la gracia de llorar. Que hoy sea para todos nosotros como el domingo del llanto.
FUENTE: ZENIT

EL PAPA OFRECE LA MISA DE ESTE QUINTO DOMINGO DE CUARESMA POR LA GENTE QUE LLORA POR LA CRISIS DEL CORONAVIRUS.


El Santo Padre ha ofrecido la misa celebrada de forma privada en la capilla de Santa Marta por la gente que a causa de la pandemia del coronavirus llora. El Papa Francisco aseguró que Jesús también habría llorado con todos los que están sufriendo.


Pienso en tanta gente que llora: gente aislada, gente en cuarentena, los ancianos solos, gente hospitalizada y las personas en terapia, los padres que ven que, como no reciben la paga, no darán de comer a los hijos. Tanta gente que llora. También nosotros, en nuestro corazón, los acompañamos. Y no nos hará mal llorar un poco con el llanto del Señor por todo su pueblo”.
Nos invitaba “ante un mundo que sufre tanto, ante tanta gente que sufre las consecuencias de esta pandemia”, a preguntarnos: ¿soy capaz de llorar como, seguramente, lo habría hecho Jesús y lo hace el mismo Jesús?”.

EL PAPA PIDE UN ALTO EL FUEGO EN TODO EL MUNDO POR EL CORONAVIRUS.


FUENTE: ACIPRENSA


El Papa Francisco pidió este domingo 29 de marzo, Quinto Domingo de Cuaresma, un “alto el fuego total” en todos los conflictos del mundo debido a la emergencia sanitaria por el coronavirus COVID 19.
El Santo Padre hizo este llamado como respuesta a la petición del Secretario General de la ONU que reclamó un “alto el fuego global e inmediato en todos los ángulos del mundo”.
“Me asocio a cuantos han acogido este llamado e invito a todos a seguirlo deteniendo toda forma de hostilidad bélica, favoreciendo la creación de corredores de ayuda humanitaria, la apertura a la diplomacia, la atención a quien se encuentra en situaciones de gran vulnerabilidad”, dijo el Pontífice.
También deseó que “el compromiso conjunto contra la pandemia pueda llevar a todos a reconocer nuestra necesidad de reforzar los lazos fraternos como miembros de la única familia humana”.
En particular, “que despierte en los líderes de las naciones y en las demás partes en causa un renovado compromiso a la superación de las rivalidades. ¡Los conflictos no se resuelven por medio de la guerra! Es necesario superar los antagonismos y los contrastes mediante el diálogo y una búsqueda constructiva de la paz”.
Asimismo, el Papa aseguró que “en este momento, mi pensamiento va de modo especial a todas las personas que padecen la vulnerabilidad de verse obligados a vivir en grupo: residencias, cuarteles...”.
De modo especial, “quisiera mencionar a las personas en las cárceles. He leído una nota oficial de la Comisión de derechos humanos que habla del problema de las cárceles masificadas, que podría convertirse en una tragedia. Pido a las autoridades a ser sensibles a este grave problema y a adoptar las medidas necesarias para evitar tragedias futuras”.

viernes, 27 de marzo de 2020

HOMILIA DEL SANTO PADRE EN LA MISA DE HOY VIERNES 27 DE MARZO DE 2020 EN LA CAPILLA DE CASA SANTA MARTA.


LECTURAS DEL DIA:
Lectura del libro de la Sabiduría (2,1a.12-22)
Sal 33,17-18.19-20,21.23
Lectura del santo evangelio según san Juan (7,1-2.10.25-30)
Según transcripción de CATHOLIC NET.


La primera lectura es casi una crónica (anticipada) de lo que le pasará a Jesús. Es una crónica adelantada, es una profecía. Parece una descripción histórica de lo que pasó después. ¿Qué dicen los impíos? “Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se opone a nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la Ley y nos reprocha las faltas contra la enseñanza recibida. Es un vivo reproche contra nuestra manera de pensar y su sola presencia nos resulta insoportable, porque lleva una vida distinta de los demás y va por caminos muy diferentes… Porque si el justo es hijo de Dios, Él lo protegerá y lo librará de las manos de sus enemigos”. Pensemos en lo que le decían a Jesús en la cruz: "Si eres el Hijo de Dios, baja; que Él venga a salvarte". Y luego, el plan de acción: “Pongámoslo a prueba con ultrajes y tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia. Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo visitará”. Es una profecía, precisamente, de lo que ha sucedido. Y los judíos trataban de matarlo, dice el Evangelio. Entonces, también trataron de arrestarlo – nos dice el Evangelio – “pero nadie puso las manos sobre Él, porque todavía no había llegado su hora”.
Esta profecía es demasiado detallada; el plan de acción de esta gente malvada es sólo detalles sobre detalles, no escatimemos nada, probémoslo con violencia y tormento, y pongamos a prueba el espíritu de resistencia... sujetémoslo en trampas, atrapémoslo, (para ver) si cae... Esto no es un simple odio, no hay un plan de acción malvado - ciertamente - de un partido contra otro: esto es otra cosa. Esto se llama ensañamiento: cuando el diablo que está detrás, siempre, detrás de todo ensañamiento, trata de destruir y no escatima los medios. Pensemos en el comienzo del Libro de Job, que es profético sobre esto: Dios está satisfecho con el modo de vida de Job, y el diablo le dice: "¡Sí, porque lo tiene todo, no tiene ninguna prueba! ¡Pónganlo a prueba!" Y primero el diablo le quita sus posesiones, luego le quita su salud, y Job nunca, nunca se alejó de Dios. Pero el diablo, lo que hace, es ensañarse. Siempre. Detrás de toda la furia está el diablo, para destruir la obra de Dios. Detrás de una discusión o enemistad, puede ser el diablo, pero desde lejos, con tentaciones normales. Pero cuando hay ensañamiento, no dudamos: está la presencia del diablo. Y el ensañamiento es sutil. Pensemos en cómo el diablo ha sido furioso no sólo contra Jesús, sino también en las persecuciones de los cristianos; cómo ha buscado los medios más sofisticados para llevarlos a la apostasía, para alejarse de Dios. Esto es, como decimos en el lenguaje cotidiano, esto es diabólico: sí; inteligencia diabólica.
Me contaban algunos Obispos de uno de los países que sufrieron la dictadura de un régimen ateo que llegaron, en las persecuciones, a detalles como éste: el lunes después de Pascua las maestras tenían que preguntar a los niños: "¿Qué comisteis ayer?", y los niños decían lo qué habían comido en el almuerzo. Y algunos decían: "Huevos", y los que decían "huevos" eran perseguidos para ver si eran cristianos porque en ese país comían huevos el Domingo de Pascua. Hasta este punto, de ver, de espionaje, donde hay un cristiano para matarlo. Esto es un ensañamiento en la persecución y esto es el diablo.
¿Y qué se hace en el momento del ensañamiento? Sólo se pueden hacer dos cosas: discutir con esta gente no es posible porque tienen sus propias ideas, ideas fijas, ideas que el diablo ha sembrado en sus corazones. Hemos oído cuál es su plan de acción. ¿Qué se puede hacer? Lo que hizo Jesús: callarse. Es sorprendente cuando leemos en el Evangelio que frente a todas estas acusaciones, todas estas cosas, Jesús guardó silencio. Frente al espíritu de furia, sólo silencio, nunca justificación. Nunca. Jesús habló, explicó. Cuando comprendió que no había palabras, silencio. Y en silencio Jesús hizo su Pasión. Es el silencio de los justos frente a la obstinación. Y esto también es válido para – llamémoslo así – la pequeña tenacidad diaria, cuando uno de nosotros escucha que hay una habladuría allí, contra él, y decimos cosas y luego no sale nada... cállate. Silencio. Y soportar y tolerar la obstinación. La habladuría es también un ensañamiento, un ensañamiento social: en la sociedad, en el vecindario, en el lugar de trabajo, pero siempre contra él. Es un ensañamiento no tan fuerte como este, pero es una furia, destruir al otro porque se puede ver que el otro incomoda, molesta.
Pidamos al Señor la gracia de luchar contra el mal espíritu, de discutir cuando tengamos que discutir; pero frente al espíritu de obstinación, tener el coraje de callar y dejar hablar a los demás. Lo mismo ante esta pequeña obstinación diaria que es la habladuría: dejarlos hablar. En silencio, ante Dios.

EL PAPA FRANCISCO EXPLICA COMO LUCHAR EN CONTRA DEL ESPÍRITU DEL DEMONIO.


En la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este 27 de marzo, el Papa Francisco advirtió que detrás de toda obstinación se encuentra el diablo, por lo que animó a no discutir ante las habladurías, sino a imitar la actitud que tuvo Jesús en la Cruz: callar.


FUENTE: ACIPRENSA
“En el momento de la obstinación se pueden hacer solamente dos cosas. Discutir con esa gente no es posible, porque tienen ideas fijas, sus ideas que el diablo ha sembrado en el corazón... ¿Qué se puede hacer? Lo que ha hecho Jesús: callar”, explicó el Papa.
En esta línea, el Santo Padre reconoció que impresiona leer en el Evangelio cuando “delante a todas esas acusaciones, Jesús callaba” y añadió que “delante al espíritu de obstinación solamente el silencio. Nunca las justificaciones. Nunca. Jesús ha hablado. ha explicado, cuando ha entendido que no existían palabras, el silencio. Y Jesús ha hecho su pasión. El silencio del justo delante a la obstinación”, recomendó el Pontífice.
“Esto es válido también, llamémosle así, para las `pequeñas obstinaciones’ cotidianas: cuando alguno de nosotros siente que existe una habladuría contra de él y se dicen las cosas y después no surge nada… Estar callado, silencio, y padecer, tolerar, la obstinación de las habladurías. Las habladurías son una obstinación también, una obstinación social, en la sociedad, en el barrio, en el lugar de trabajo… es una obstinación para destruir al otro, porque se ve que el otro molesta”, alertó.
Al comentar las lecturas de la liturgia del día, el Papa Francisco destacó que es una profecía de lo que ocurriría después, “parece una descripción histórica de lo que sucedió después: “si eres el Hijo de Dios baja…” y después las acciones: “sometámosle al ultraje y al tormento para conocer su temple y probar su entereza. Condenémosle a una muerte afrentosa, pues, según él, Dios le visitará”.
El demonio está siempre detrás de cada obstinación
Luego, el Santo Padre destacó que el Evangelio describe cuando los judíos intentaban matar a Jesús, intentaban arrestarlo, “pero ninguno colocaba la mano encima de Él porque todavía no había llegado su hora” y subrayó que “esa profecía es demasiado detallada: el plan de acción de esta gente malvada es dictada detalle por detalle, no ahorran nada, pongamos a la prueba con violencias y tormentos, y probar el espíritu de suportación”.
“Esto no es una simple ‘odiosidad’, no existe un plan de acción -malo ciertamente- de un partido contra el otro, es otra cosa, esto se llama: obstinación. Cuando el demonio, que está siempre detrás a cada obstinación, intenta destruir, y no ahorra medios”, dijo.
En este sentido, el Pontífice recordó el inicio del libro de Job, que es profético: “Dios está satisfecho con el modo de vivir de Job, el diablo dice mételo a la prueba. Primero el diablo le quita los vienes -materiales-, después le quita la salud, y Job nunca se apartó de Dios”.
“Pero es el diablo quien hace la obstinación. Siempre. Detrás de cada obstinación, se encuentra el demonio, para destruir la obra de Dios. Detrás de una discusión o una enemistad, puede ser el demonio, de lejos, con las tentaciones normales, pero cuando hay obstinación, no dudemos, está la presencia del demonio”.
Por ello, el Papa señaló que “la obstinación es sutil, sutil. Pensemos cómo el demonio no se ha obstinado solamente con Jesús, sino también en las persecuciones de los cristianos. Cómo ha buscado los medios más sofisticados para conducirlos a la apostasía, a alejarse de Dios. Esto es, como nosotros decimos en el lenguaje cotidiano: ‘esto es diabólico’. Sí. De inteligencia diabólica”.
De este modo, el Santo Padre relató que recientemente los obispos de un país que ha sufrido la dictadura de un régimen ateo le explicaron que las persecuciones llegaban a detalles como este: “el lunes después de pascua las maestras tenían que preguntar a los niños ¿qué han comido ayer? Y los niños decían qué habían almorzado, y algunos decían huevo, y quienes habían respondido huevo, después eran investigados para ver si eran cristianos, porque en ese país se comían huevos en pascua. Hasta aquel punto, de espionaje, al ver dónde hay un cristiano para matarlo… Esta es obstinación en la persecución y éste es el demonio”.
“Pidamos al Señor la gracia de luchar contra el mal espíritu, de discutir cuando debemos discutir, pero delante al espíritu de la obstinación, tener la valentía de callar, y dejar que los otros hablen. Lo mismo delante a esta pequeña obstinación cotidiana de las habladurías, dejarles hablar, en silencio delante a Dios”, concluyó.

jueves, 26 de marzo de 2020

HOMILIA DEL SANTO PADRE EN LA MISA DEL 26 DE MARZO DE 2020 EN LA CAPILLA DE CASA SANTA MARTA.

Lecturas de hoy 26 de marzo de 2020, jueves de la 4ª semana de Cuaresma
Lectura del libro del Éxodo (32,7-14)
Sal 105,19-20.21-22.23
Lectura del santo evangelio según san Juan (5,31-47)

Según transcripción de CATHOLIC NET.

En la primera lectura está la escena del motín del pueblo. Moisés fue al Monte para recibir la Ley: Dios se lo dio, en piedra, escrita con su dedo. Pero el pueblo se aburrió y se aglomeró alrededor de Aarón y le dijo: "Pero, este Moisés, hace tiempo que no sabemos dónde está, dónde se ha ido, y estamos sin guía. Haznos un dios para ayudarnos a seguir adelante". Y Aarón, que más tarde se convirtió en sacerdote de Dios, pero allí era un sacerdote de la estupidez, de los ídolos, dijo: "Pero sí, denme todo el oro y la plata que tengao", y lo dieron todo e hicieron ese becerro de oro.


En el salmo escuchamos el lamento de Dios: “En Horeb se fabricaron un ternero, adoraron una estatua de metal fundido: así cambiaron su Gloria por la imagen de un toro que come pasto”. Y aquí, en este momento, comienza la lectura: “El Señor dijo a Moisés: ‘Baja enseguida, porque tu pueblo, ése que hiciste salir de Egipto, se ha pervertido. Ellos se han apartado rápidamente del camino que Yo les había señalado, y se han fabricado un ternero de metal fundido. Después se postraron delante de él, le ofrecieron sacrificios y exclamaron: ‘Éste es tu Dios, Israel, el que te hizo salir de Egipto’”. ¡Una verdadera apostasía! Desde el Dios viviente a la idolatría. No tuvieron paciencia para esperar el regreso de Moisés: querían algo nuevo, querían algo, un espectáculo litúrgico, algo.
Sobre esto quisiera mencionar algunas cosas. En primer lugar, esa nostalgia idolátrica en el pueblo: en este caso, pensaba en los ídolos de Egipto, la nostalgia de volver a los ídolos, de volver a lo peor, sin saber esperar al Dios vivo. Esta nostalgia es una enfermedad, también nuestra. Uno comienza a caminar con el entusiasmo de ser libre, pero luego comienzan las quejas: "Pero sí, es un momento difícil, el desierto, tengo sed, quiero agua, quiero carne... pero en Egipto comíamos cebollas, cosas buenas y aquí no hay...". Siempre, la idolatría es selectiva: te hace pensar en las cosas buenas que te da pero no te hace ver las cosas malas. En este caso, ellos pensaban en cómo estaban en la mesa, con estas comidas tan buenas que les gustaban tanto, pero olvidaban que ésta era la mesa de la esclavitud. La idolatría es selectiva.
Y otra cosa: la idolatría hace que lo pierdas todo. Aarón, para hacer un ternero, les pidió: "Dadme oro y plata", pero era el oro y la plata que el Señor les había dado cuando les dijo: "Pedid oro a los egipcios en préstamo", y luego se fueron con ellos. Es un regalo del Señor, y con el don del Señor ellos idolatran. Y eso es muy malo. Pero este mecanismo también nos sucede a nosotros: cuando tenemos actitudes que nos llevan a la idolatría, nos apegamos a cosas que nos alejan de Dios, porque hacemos otro dios y lo hacemos con los dones que el Señor nos ha dado. Con la inteligencia, con la voluntad, con el amor, con el corazón... estos son los dones del Señor que usamos para hacer idolatría.
Sí, algunos de ustedes pueden decirme: "Pero yo no tengo ídolos en casa. Tengo el Crucifijo, la imagen de Nuestra Señora, que no son ídolos..." - No, no: en tu corazón. Y la pregunta que deberíamos hacernos hoy es: ¿cuál es el ídolo que tienes en tu corazón, en mi corazón? Esa salida escondida donde me siento bien, que me aleja del Dios vivo. Y también tenemos una actitud muy astuta con la idolatría: sabemos cómo esconder los ídolos, como hizo Raquel cuando huyó de su padre y los escondió en la silla del camello y entre sus ropas. Nosotros también, entre nuestras ropas del corazón, hemos escondido muchos ídolos.
La pregunta que me gustaría hacer hoy es: ¿cuál es mi ídolo? Mi ídolo de la mundanidad... y la idolatría llega también a la piedad,  porque querían  el becerro de oro no para hacer un circo: no. Para adorar: "Se postraron ante él". La idolatría te lleva a una religiosidad equivocada, en efecto: muchas veces la mundanalidad, que es la idolatría, te hace cambiar la celebración de un sacramento en una fiesta mundana. Un ejemplo: no sé, pensemos, y en una celebración de boda. No sabes si es un sacramento donde los recién casados realmente dan todo y se aman ante Dios y prometen ser fieles ante Dios y recibir la gracia de Dios, o es una exhibición de modelos, cómo se visten... la mundanidad. Es una idolatría. Este es un ejemplo. Porque la idolatría no se detiene: siempre continúa.
Hoy la pregunta que me gustaría hacer a todos nosotros, a todos: ¿Cuáles son mis ídolos? Cada uno tiene el suyo. ¿Cuáles son mis ídolos? Donde los escondo. Y que el Señor no nos encuentre, al final de nuestras vidas, y diga de cada uno de nosotros: "Te has pervertido. Te has desviado del camino que te había indicado. Te has postrado ante un ídolo".
Pidamos al Señor la gracia de conocer a nuestros ídolos. Y si no podemos expulsarlos, al menos mantenerlos en la esquina...

EL PAPA OFRECE LA MISA POR LOS QUE TIENEN MIEDO ANTE EL CORONAVIRUS.

El Papa Francisco ofreció la Misa celebrada en Casa Santa Marta este jueves 26 de marzo por los que tienen miedo ante el coronavirus.


FUENTE: ACIPRENSA
Por los ancianos que están solos, por los trabajadores que no saben si conservarán su empleo, por los trabajadores sanitarios que no saben si se contagiarán, y por todas las personas que de un modo u otro padecen esta epidemia en medio de una gran incertidumbre.
“Estos días de tanto sufrimiento, de tanto miedo, miedo de los ancianos, que están solos en las residencias, o en los hospitales, o en sus casas y no saben qué sucederá… El miedo de los trabajadores sin empleo fijo que piensan cómo dar de comer a sus hijos, y ven venir el hambre”.
“El miedo de tantos servidores sociales que en este momento ayudan a la sociedad a ir adelante y que pueden coger la enfermedad. También los miedos de cada uno de nosotros. Cada uno sabe cuál es el suyo”, fueron las palabras del Santo Padre.
El Papa finalizó pidiendo rezar y ofrecer la Misa “para que nos ayude a tener confianza y a tolerar y vencer los miedos”, fueron las palabras del Santo Padre”.

ORACIÓN UNIVERSAL E INDULGENCIA PLENARIA EN LA PLAZA DE SAN PEDRO.


El Santo Padre Francisco ha convocado a todos los fieles del mundo para una oración universal frente a la pandemia del Covid-19 extendida por los cinco continentes. Será este viernes 27 de marzo a las 18 horas y podrá seguirse en directo a través del canal VA Televisión. En ella podrá ganarse la indulgencia plenaria.


Frente a la epidemia del coronavirus extendida por el mundo, el Papa Francisco ha hecho un nuevo llamamiento a todos los fieles en este próximo viernes de Cuaresma. La cita tendrá lugar esta vez en el cementerio de la Basílica de San Pedro.
“Escucharemos la Palabra de Dios, elevaremos nuestra súplica, adoraremos al Santísimo Sacramento, con el que al final daré la Bendición Urbi et Orbi, a la cual se adjuntará la posibilidad de recibir la indulgencia plenaria”, explicó el Pontífice.
Esta ocasión de ganar la indulgencia plenaria sigue la pauta establecida recientemente por la Penitenciaría Apostólica, que decretó concederla a todos los fieles afectados por el coronavirus o en régimen de cuarentena que manifiesten un deseo de unión espiritual con el Señor. Este deseo de Comunión debe de ser explicitado, eso sí, a través de gestos sencillos como la asistencia a una Eucaristía retransmitida por los medios de comunicación, el rezo piadoso del Santo Rosario u otras formas concretas de devoción.
Los medios de comunicación harán posible que este encuentro, que concluirá con la bendición eucarística, pueda ser visto en directo en todas partes. El canal diocesano Virgen de las Angustias Televisión ofrecerá también por su parte la señal desde su página web y canal de YouTube.
Ignacio Álvarez
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada

VÍDEO ESPECIAL DEL PAPA FRANCISCO PARA REZAR POR EL FIN DE LA PANDEMIA.



El Papa Francisco invita a todos los hombres y mujeres de buena voluntad de todas las tradiciones religiosas a orar juntos por el fin de la pandemia que asola los cinco continentes en un nuevo vídeo titulado “PrayForTheWorld”.

LA ARCHIDIÓCESIS DE GRANADA OFRECE EL SEMINARIO MAYOR A LAS AUTORIDADES SANITARIAS PARA LOS ENFERMOS DE CORONAVIRUS.


Ante la emergencia sanitaria.


La Archidiócesis de Granada pone a disposición de las autoridades sanitarias el edificio del Seminario Mayor “San Cecilio”, sito en el Paseo de Cartuja, 49, para el caso de ser necesaria una ampliación de espacios en la atención hospitalaria ante la emergencia sanitaria del COVID-19.

Seminario "San Cecilio" de la Archidiócesis de Granada.
La Archidiócesis de Granada con su pastor a la cabeza, Mons. Javier Martínez, reza cada día por el fin de la pandemia, por el descanso eterno de los fallecidos y por sus familias, por los enfermos, por los profesionales sanitarios y por quienes trabajan para controlar la enfermedad originada por el coronavirus.

SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD DE GRANADA. IGLESIA DE SAN ANDRÉS.


¿Conoces al Cristo que intercede por los enfermos durante las epidemias en Granada?


La advocación a la imagen milagrosa del Cristo de la Salud ha servido en varias ocasiones al pueblo cristiano de Granada para enfrentar varias de las epidemias que ha ido sufriendo a lo largo de su historia.
La imagen del Cristo de la Salud de la Parroquia de San Andrés fue realizada a mediados del siglo XVI y su autoría, si bien no ha sido confirmada, se atribuye a Diego de Siloé.
El Cristo de la Salud cuenta con una extensa devoción y afecto por la Granada antigua, que lo consideraba muy milagroso, recogiendo las plegarias y súplicas de la ciudad en momentos muy complicados. Así, el pueblo lo veneraba en la calle en rogativas y en su capilla de la iglesia parroquial de San Andrés Apóstol junto al presbiterio, donde le encendían hachas, cirios y velas y le colgaban exvotos, que cubrían las paredes de su capilla.
La advocación de la Salud la adquiere el Crucificado por su intercesión en la epidemia de peste bubónica de 1679 que asoló nuestra ciudad. Durante esta epidemia, los enfermos afectados por la peste fueron instalados por las autoridades sanitarias fuera de la ciudad, delimitada por la Puerta de Elvira, como medida de cuarentena para evitar el contagio. Los enfermos se congregaban en una gran explanada delante del Convento de la Merced y de la Iglesia de San Idelfonso, llamada del Triunfo de la Inmaculada. Desde la iglesia de San Andrés, el Cristo era portado en andas hasta esa zona, para servir de consuelo a los enfermos y para que le rogaran su curación. Cuenta la leyenda, que en una de esas salidas una paloma, que los enfermos atribuyeron al Espíritu Santo, sobrevoló la imagen del Cristo en todo su recorrido y, finalmente, se posó en su brazo derecho. En ese día se experimentaron curaciones de los enfermos allí presentes y el suceso se atribuyó a un milagro. Es por ello que el Cristo de la Salud luce sobre su brazo derecho una paloma de plata, como símbolo que recuerde aquel milagro.

La devoción al Cristo de la Salud era tan grande que así quedó reflejada en las reglas de la propia Hermandad que lleva su nombre. Era tal, que el Papa Clemente XIII, hacia el 1765, concedió indulgencia plenaria a todos los cofrades que acudieran a la capilla del Cristo el día de la función, tras el setenario que se celebraba en su honor. Los arzobispos de la ciudad también concedieron varias indulgencias. En la madrugada del 7 de agosto de 1818, la iglesia de San Andrés se vio asolada por un terrible incendio, que hizo prácticamente desaparecer la totalidad de retablos e imágenes. Pero como si de un milagro se tratara, aunque el templo quedó reducido prácticamente a sus muros perimetrales, el Cristo de la Salud fue salvado de las llamas, no corriendo la misma suerte su capilla. La talla se trasladó a la cercana iglesia de Santiago, donde se ubicó en la pared del presbiterio hasta la restauración del templo de San Andrés.
Durante todos estos años, el Cristo de la Salud siguió procesionando como imagen de rogativa en casos de epidemias. Durante el bote de peste bubónica de 1830, fue trasladado en procesión el 25 de julio hasta la S. I. Catedral, quedando expuesto a la veneración de los fieles. En 1833 se celebró una rogativa en la iglesia de San Andrés por la epidemia de cólera que padeció Granada, recogida en el Boletín Oficial de la Provincia de la época.
En los años 1854 y 1885, Granada sufriría nuevamente el ataque del cólera y se acudirá al Cristo de la Salud suplicando su auxilio por medio de rogativa. En el siglo XX se siguieron celebrando cultos en su honor, quedando constancia de los mismos hasta 1961. Pasaron los años hasta que, a mediados de marzo de 1997, Granada volvió a contemplar al Cristo de la Salud en las calles, en un Vía Crucis cuaresmal. Desde entonces, y tras el cierre en 1999 de la iglesia parroquial de San Andrés Apóstol debido a su deterioro y necesaria restauración, el Cristo de la Salud permaneció en dependencias parroquiales. Casi dos décadas después, el 28 de mayo de 2017, volvió a presidir el Altar Mayor de la iglesia de San Andrés, tras su reapertura.

martes, 24 de marzo de 2020

EL PAPA ADVIERTE SOBRE EL PECADO QUE USA EL DIABLO PARA ANIQUILAR NUESTRA VIDA ESPIRITUAL.


En la Misa celebrada en la Casa Santa Marta de este 24 de marzo, el Papa Francisco advirtió que la pereza es un pecado que “el diablo puede usar para aniquilar nuestra vida espiritual”, que la tristeza “es la semilla del diablo” por lo que invitó a recordar que el agua de nuestro Bautismo es “símbolo de nuestra fuerza”.


“Pensemos en el agua, esa agua que es un símbolo de nuestra fuerza, de nuestra vida, el agua que Jesús usó para regenerarnos, el Bautismo. Y pensemos también en nosotros, si alguno de nosotros tiene el peligro de resbalar en la pereza, en este pecado ‘neutral’: el pecado de lo ‘neutro’. Es esto, ni blanco ni negro, nadie sabe lo que es. Y es un pecado que el diablo puede usar para aniquilar nuestra vida espiritual y también nuestra vida como personas”, advirtió el Papa.
En su homilía, el Santo Padre reflexionó en las lecturas del día y destacó que “la liturgia de hoy nos hace reflexionar en el agua, como medio de salvación” pero recordó que “el agua también es un medio de destrucción, pensemos al diluvio” universal, dijo.
En las lecturas de hoy “el agua es para la salvación”, señaló el Papa al referirse a la primera lectura del libro del profeta Ezequiel (47:1-9, 12) que describe “esa agua da vita, sana las aguas del mar, es una nueva agua que cura” y al pasaje del Evangelio de San Juan (5:1-16) que describe cuando Jesús curó a un paralítico que esperaba ser sanado al lado de una piscina durante 38 años.
En esta línea, el Pontífice se detuvo en el Evangelio para reflexionar en “aquella piscina donde iban los enfermos, llena de agua para sanarse porque se decía que de vez en cuando se movían las aguas, como si fuera un río, porque un ángel descendía del cielo, y el primero, o los primeros, que se arrojaban en el agua eran curados”.
“Muchos -como dice Jesús- muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, estaban esperando la curación, la agitación del agua”, subrayó.
Además, el Santo Padre se detuvo en el personaje del paralítico, un hombre que llevaba 38 años esperando allí la curación.
“Hace pensar esto ¿no? Es demasiado… porque uno que quiere ser curado, se ‘las arregla’ para tener a alguien que lo ayude, se mueve… pero él, 38 años allí, a tal punto que no se sabe si está enfermo o muerto”, afirmó el Papa quien añadió que Jesús viéndolo allí, y sabiendo que llevaba mucho tiempo allí le preguntó: ¿quieres curarte?
En este sentido, el Santo Padre se detuvo en la actitud de aquel hombre y en su respuesta, que no dice sí, sino que se queja porque no tiene a nadie que lo ayude y advirtió que “la respuesta a la propuesta de Jesús para ser curado es una queja en contra de los otros. Es así, 38 años quejándose de los otros. Y no haciendo nada para sanar” por lo que explicó que “la clave es el encuentro de Jesús, después, cuando lo encontró en el templo y le dijo: estás curado, no peques más, para que no te suceda algo peor”.
FUENTE: ACIPRENSA

PADRE NUESTRO, LA ORACIÓN DE LA ESPERANZA.


El Papa Francisco invita a toda la Iglesia universal a unirse en la oración del Padre nuestro mañana, 25 de marzo, a las 12 horas, para interceder por la lucha contra la pandemia del coronavirus.
En la jornada de mañana miércoles, 25 de marzo, el Santo Padre ha convocado a los fieles cristianos en todo el mundo para unirse desde sus casas y lugares de residencia en oración recitando el Padre nuestro para interceder y pedir por el cese de la pandemia del coronavirus y por todas las personas fallecidas, sus familiares, y todas las personas afectadas por la situación de alguna forma en todo el planeta.
De esta forma, esta oración tiene como intención hacer que todos los cristianos unan sus voces manteniéndose unidos en estos momentos difíciles respondiendo a la pandemia con “oración, compasión y ternura”. “En estos días de prueba, mientras la humanidad tiembla con la amenaza de la pandemia, me gustaría proponer a todos los cristianos que unan sus voces hacia el Cielo. Invito a todos los jefes de las Iglesias y a los líderes de todas las comunidades cristianas, junto con todos los cristianos de las diversas confesiones, a invocar al Dios Altísimo y Todopoderoso, mientras recitamos simultáneamente la oración que Jesús Nuestro Señor nos ha enseñado”, afirmó el Papa.
La oración del Padre nuestro que unirá a todos los fieles mañana, 25 de marzo, en una sola voz aparece en el Evangelio de San Lucas 11, 2-4 y es la siguiente:
“Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo,
danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a todo el que nos ofende,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén”.
María José Aguilar
Secretariado de Medios de Comunicación Social
Arzobispado de Granada

domingo, 22 de marzo de 2020

ACOMPAÑAR A JESÚS EN SEMANA SANTA.


Hemos recuperado esta ficha pensada para los más pequeños de la casa, para que vayan poco a poco familiarizándose con todo lo que estos días vamos a vivir y a celebrar, del Domingo de Ramos al de Resurrección.



AQUI lo podeis descargaren PDF

INTENCIONES DEL PAPA FRANCISCO DOMINGO 22 DE MARZO.

EL PAPA PIDE QUE RECEMOS POR LOS DIFUNTOS Y LAS FAMILIAS QUE NO PUEDEN ACOMPAÑAR A SUS SERES QUERIDOS.


El Papa Francisco ha pedido rezar por los muchos difuntos “que mueren solos sin poder despedirse de sus seres queridos” y por los familiares que “no pueden acompañar a sus seres queridos en su fallecimiento” debido a la emergencia sanitaria provocada por esta crisis del coronavirus.

Ha sido la petición del Santo Padre antes de celebrar la Misa este domingo 22 de marzo celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta en este cuarto Domingo de Cuaresma.

“En estos días, escuchamos las noticias de muchos difuntos, hombres y mujeres que mueren solos, sin poder despedirse de sus seres queridos. Pensemos en ellos y recemos por ellos. Pero también por las familias, que no pueden acompañar a sus seres queridos en su fallecimiento. Nuestra oración especial es para los difuntos y sus familias” han sido las palabras del Santo Padre.

sábado, 21 de marzo de 2020

«NUESTROS OJOS ESTÁN FIJOS EN EL SEÑOR»

Monseñor Reig Plá bendice la Diócesis de Alcala de Henares
desde el campanario de la Catedral



Crisis del coronavirus en España

LA VIDA CAMINO DE SANTIDAD: EL CAMINO ES EL AMOR.


“El amor siempre toma la iniciativa”.


La imagen de WALTER KOSTNER
GB y WW nos enseñan a amarnos recíprocamente

[…] La esperanza nos pone en actitud de búsqueda de su presencia con la certeza de encontrarlo. No en la cumbre de una montaña o en la profundidad del mar, sino en el hermano, sobre todo en el pobre y necesitado. Porque la "buena noticia" es que Dios se ha acercado tanto a nosotros, que se ha convertido en uno de nosotros. No hay otra elección: Dios se ha convertido en Jesús de Nazaret y él dijo: "Quién me ve, ve al Padre ". [...] 

Chiara Lubich, Comentario a la Palabra de Vida de Octubre de 1999

viernes, 20 de marzo de 2020

EL PAPA EXPLICA CÓMO RECONCILIARSE CON DIOS DURANTE EL CONFINAMIENTO POR EL CORONAVIRUS.


FUENTE: ACIPRENSA.

El Papa Francisco explicó, durante la Misa celebrada en Casa Santa Marta este viernes 20 de marzo, cómo confesarse durante el confinamiento decretado en muchos países del mundo por la pandemia de coronavirus COVID 19.
El Pontífice planteó el problema con que muchos fieles se encuentran estos días: Si todo el mundo debe estar encerrado en casa, ¿cómo encontrar un sacerdote para confesarse?
“Yo sé que muchos de vosotros por Pascua acudís a hacer la confesión para reencontraros con Dios, pero muchos me dirán: ‘Padre, ¿dónde puedo encontrar un sacerdote, un confesor?, porque no se puede salir de casa y yo quiero hacer las paces con el Señor. Yo quiero que Él me abrace, que mi Papá me abrace. ¿Cómo puedo hacer si no encuentro sacerdote?’”.
El Papa señaló que la respuesta se encuentra en el Catecismo. “Es muy claro”, aseguró. “Si no encuentras un sacerdote para confesarte, habla con Dios, Él es tu Padre. Dile la verdad: ‘Señor, he hecho esto, esto, esto. Perdón’. Y pídele perdón, con todo el corazón, con el acto de dolor”.
No obstante, esa confesión espiritual, para que sea efectiva, debe tener una promesa, explicó el Pontífice: confesarse con un sacerdote en cuanto sea posible.
Es decir, primero pedirle perdón a Dios, y a continuación prometerle: “Luego me confesaré, pero perdóname ahora”.
El Papa Francisco aseguró que así “al momento volverás a la gracia de Dios. Tú mismo puedes acercarte, como nos enseña el catecismo, al perdón de Dios sin tener cerca un sacerdote”.
“Pensad. Es el momento. Este es el momento justo, el momento oportuno. Un acto de dolor bien hecho, y así nuestra alma se volverá blanca como la nieve”, insistió.

Volver junto al Padre
El Papa Francisco, en su homilía comentó la Primera Lectura del día, del Profeta Oseas. Explicó que cada vez que escucha la frase “Vuelve, Israel, a Yahveh tu Dios” “me viene una canción de hace 70 años que cantaba Carlo Buti y que en las familias italianas en Buenos Aires se escuchaba con mucho gusto: ‘Torna dal tuo papà, la ninna nanna ancora ti canterà’ (‘Regresa donde tu papá, que te volverá a cantar la nana’)”.
“Es tu papá el que te dice de regresar. Dios es tu papá. No es un juez, es tu papá. Regresa a casa, escucha, ven”, subrayó el Papa Francisco.
También “ese recuerdo de pequeño me lleva inmediatamente al padre del capítulo 15 de Lucas. Aquel padre que dice que ve venir al hijo de lejos. Aquel hijo que se había ido con todo el dinero y lo había malgastado. Pero si lo ve a lo lejos es porque lo esperaba. Salía a la terraza muchas veces al día durante, meses, meses, años, quizás, esperando al hijo. Y lo vio a lo lejos. Vuelve donde tu papá, vuelve donde tu padre. Él te espera. Es la ternura de Dios que te habla, especialmente en la cuaresma. Es tiempo de entrar en nosotros mismos, y recordar al padre y regresar donde el papá”.
La primera reacción puede ser decir: “‘No, padre, que yo tengo vergüenza de volver porque, usted sabe, padre, he hecho tanto…’. ¿Qué dice el Señor?: ‘Vuelve. Yo sanaré su infidelidad, los amaré graciosamente; pues mi cólera se ha apartado de él, seré como rocío para Israel: él florecerá como el lirio, y hundirá sus raíces como el Líbano”.
El Papa invitó a volver junto a Dios sin miedo: “Vuelve donde tu padre. Es el Dios de la ternura que te curará. Te curará de tantas, tantas heridas de la vida y de tantas cosas malas que hemos hecho. Cada uno tiene las suyas. Regresar a Dios es regresar al abrazo del Padre. Y pensad en esa otra promesa que hace Isaías, creo: ‘Si tus pecados son feos como la escarlata, yo te haré blanco como la nieve’”.
Dios “es capaz de transformarnos, es capaz de cambiar el corazón, pero es necesario dar el primer paso. Volver. No es ir donde Dios, es volver a casa”.
“La Cuaresma siempre apunta hacia la conversión del corazón, que en la costumbre cristiana toma cuerpo en el sacramento de la confesión. Es el momento para, no sé si ajustar cuentas, no me gusta eso, es el momento de dejar que Dios te limpie, que Dios te purifique, que Dios te abrace”.
Por último, el Papa señaló que “sería bello que hoy, en nuestros oídos, resonara este ‘regresa, regresa donde tu papá, regresa donde tu padre. Te espera y hará una fiesta’”.

A continuación, la lectura de Oseas (14:2-10) comentada por el Papa Francisco:
  1. Vuelve, Israel, a Yahveh tu Dios, pues has tropezado por tus culpas.
  2. Tomad con vosotros palabras, y volved a Yahveh. Decidle: «Quita toda culpa; toma lo que es bueno; y en vez de novillos te ofreceremos nuestros labios.
  3. Asiria no nos salvará, no montaremos ya a caballo, y no diremos más "Dios nuestro" a la obra de nuestros manos, oh tú, en quien halla compasión el huérfano.»
  4. Yo sanaré su infidelidad, los amaré graciosamente; pues mi cólera se ha apartado de él,
  5. Seré como rocío para Israel: él florecerá como el lirio, y hundirá sus raíces como el Líbano.
  6. Sus ramas se desplegarán, como el del olivo será su esplendor, y su fragancia como la del Líbano.
  7. Volverán a sentarse a mi sombra; harán crecer el trigo, florecerán como la vid, su renombre será como el del vino del Líbano.
  8. Efraím... ¿qué tiene aún con los ídolos? Yo le atiendo y le miro. Yo soy como un ciprés siempre verde, y gracias a mí se te halla fruto.
  9. ¿Quién es sabio para entender estas cosas, inteligente para conocerlas?: Que rectos son los caminos de Yahveh, por ellos caminan los justos, mas los rebeldes en ellos tropiezan.

EL SANTO PADRE HA OFRECIDO LA EUCARISTÍA EN LA CAPILLA DECASA SANTA MARTA, POR LOS MÉDICOS QUE LUCHAN CONTRA EL CORONAVIRUS HASTA DAR LA VIDA.


El Papa Francisco ha pedido a los fieles, durante la Misa celebrada en Casa Santa Marta, que rezáramos por los médicos, enfermeros, que están dando hasta la propia vida para hacer frente a la epidemia de coronavirus COVID 19, y por las autoridades que están gestionando esta crisis sanitaria.
En concreto, el Papa se refirió al personal sanitario de las localidades del norte de Italia, donde el virus ha golpeado con una gran fuerza.

la imagen es de la red
Compartió al comienzo de la Eucaristía que: “ayer recibí el mensaje de un sacerdote del Bergamasco, que pide que se rece por los médicos de Bérgamo, Treviglio, Brescia, Cremona que están al límite de trabajo. Están dando hasta la propia vida para ayudar a los enfermos, para salvar la vida de los demás”.
Pidió también que “rezamos por las autoridades, que para ellos no es fácil gestionar este momento, y muchas veces sufren las incomprensiones”.
El Santo Padre subrayó que “tanto por los médicos, personal hospitalario, voluntarios de la salud, como las autoridades, en este momento, son columnas que nos ayudan a ir adelante, y nos defienden en esta crisis. Rezamos por ellos”.
Aquí en España nos ha conmovido la noticia de que ayer falleció en España la primera sanitaria por el coronavirus, una enfermera del hospital de Gadakao (Vizcaya) de 52 años. Nos unimos a las palabras del Santo Padre, y esos aplausos que cada tarde suenan en nuestros balcones, reconociendo la gran labor de todos los sanitarios que están trabajando en primera línea y dando lo mejor de si.

jueves, 19 de marzo de 2020

VIDEOMENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO CON MOTIVO DEL MOMENTO DE ORACIÓN ORGANIZADO PARA TODA ITALIA POR LA CONFERENCIA EPISCOPAL ITALIANA EN EL DÍA DE LA FIESTA DE SAN JOSÉ.


Queridos hermanos y hermanas:
Me sumo a la oración que la Conferencia Episcopal ha promovido, como signo de unidad para todo el país.
En esta situación sin precedentes, en la que todo parece tambalearse, ayudémonos a mantenernos firmes en lo que realmente importa. Es una señal del camino a seguir que encuentro en tantas cartas de vuestros pastores que, compartiendo un momento tan dramático, quieren sostener con su palabra vuestra esperanza y vuestra fe.
El rezo del Rosario es la oración de los humildes y de los santos que, en sus misterios, con María contemplan la vida de Jesús, rostro misericordioso del Padre. ¡Y cuánto necesitamos todos ser verdaderamente consolados, sentirnos envueltos por su presencia de amor!
La verdad de esta experiencia se mide en nuestra relación con los demás, que en este momento coinciden con nuestros parientes más cercanos: estemos cerca unos de otros, ejerciendo, nosotros los primeros, la caridad, la comprensión, la paciencia y el perdón.
Por necesidad nuestros espacios pueden haberse reducido a las paredes de casa, pero tened un corazón más grande, donde el otro siempre pueda encontrar disponibilidad y acogida.
Esta noche recemos unidos, confiando en la intercesión de San José, Custodio de la Sagrada Familia, Custodio de todas nuestras familias. El carpintero de Nazaret conoció también la precariedad y la amargura, la preocupación por el mañana; pero supo caminar en la oscuridad de ciertos momentos, dejándose guiar siempre sin reservas por la voluntad de Dios.
Protege, Santo Guardián, a nuestro país.
Ilumina a los responsables del bien común, para que sepan, como tú, cómo cuidar de las personas que les han sido confiadas.
Concede la inteligencia de la ciencia a aquellos que buscan medios adecuados para la salud y el bienestar físico de los hermanos .
Sostiene a los que atienden a los necesitados: voluntarios, enfermeros, médicos, que están en primera línea curando los enfermos, incluso a costa de su propia incolumidad.
Bendice, San José, a la Iglesia: empezando por sus ministros, hazla signo e instrumento de tu luz y de tu bondad.
Acompaña, San José, a las familias: con tu silencio orante, construye la armonía entre padres e hijos, especialmente los más pequeños.
Defiende a los ancianos de la soledad: haz que ninguno sea dejado a la desesperación del abandono y del desánimo.
Consuela a los más frágiles, anima a los que flaquean, intercede por los pobres.
Con la Virgen Madre, suplica al Señor que libere al mundo de toda forma de pandemia.
Amén.