Guirnalda
de devociones, amor y cesiones;
violencia
dulce de humilde y entrañable insistencia con serena confianza;
collar
de perlas enhebradas en un rayo de poesía...
saludo
de ángeles e invocación humana...
vínculo
entre lo finito y lo infinito.
Así es el rosario a María.
El Rosario abre fuentes
de bondad, que desde cada familia se derraman sobre el pueblo: purifica la casa
y desde la casa la calle, la oficina, los campos, las fábricas.
La casa, aunque sea una
cabaña, una gruta o un desván, mientras se reza el Rosario se convierte en casa
de Nazaret, con María en el centro, y juntamente Jesús, José y los santos en
comunión.
El Rosario es el drama
de la Redención visto desde las pupilas de María. Virgen y Madre: las alegrías
de Nazaret, las luces de Belén, los quehaceres de José, y luego la tragedia de
la Cruz y al final las glorias celestiales hechas patrimonio de familia, cosas
nuestras.
Nuestra historia,
nuestra vida.
PARA REZAR EL ROSARIO:
Por la
señal + de la Santa Cruz
de
nuestros + enemigos
líbranos,
Señor + Dios nuestro
En el
nombre del Padre, y del Hijo + y del
Espíritu Santo. Amen.
V/ Señor, ábreme los labios
R/ Y mi boca proclamará tu alabanza.
V/ Dios mío, ven en mi auxilio
R/ Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
(Después del enunciado de cada misterio se reza un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria)
PADRENUESTRO: Padre nuestro, que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos de mal. Amén.
AVEMARÍA: Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruego por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
GLORIA: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
R/ Y mi boca proclamará tu alabanza.
V/ Dios mío, ven en mi auxilio
R/ Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
(Después del enunciado de cada misterio se reza un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria)
PADRENUESTRO: Padre nuestro, que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos de mal. Amén.
AVEMARÍA: Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruego por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
GLORIA: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
Para
ir a cada Misterio, pinchar en el enlace respectivo:
FUENTE
"ROSARIO MEDITADO CON IGINO GIORDANI", Político y padre familia
italiano. (1894-1980). Actualmente está en curso su proceso de beatificación.
Publicado
en España por la Fundación Igino
Giordani. Publicado
originalmente en Piccolo, Genaro (ed. lit.): El rosario meditado con Igino
Giordani. Queda prohibida la reproducción total o parcial del texto, por
cualquier medio o procedimiento, sin el consentimiento por escrito de la
Fundación Igino Giordani.
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