Cuarto
domingo del Adviento de Nuestro Señor Jesucristo.
Isaías 7, 10-14: “Mirad: la virgen está encinta”.
Salmo 23: “Va
a entrar el Señor, él es el Rey de la Gloria”.
Romanos 1, 1-7: “Jesucristo, de la estirpe de David, Hijo de Dios”.
Mateo 1, 18-24: “Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David”.
El
nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
María, su
madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella
esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su
esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.
Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel
del Señor que le dijo:
- José,
hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la
criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le
pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.
Todo esto
sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por el Profeta:
Mirad: la
Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que
significa «Dios-con-nosotros».
Cuando
José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y se llevó a
casa a su mujer.
* * * * *
Meditación del Papa Francisco.
Jesús no
elige una gran ciudad de un gran imperio, no elige una princesa o una condesa
por madre, una persona importante, un palacio de lujo. María, una joven de 16 o
17 años, en una villa, seguro. José, un joven de la amaba y quería desposarse
con ella, era un carpintero. Todo, simplicidad. Todo escondido. Y también el
rechazo, porque eran novios y en una villa así pequeña, ya sabéis cómo son las
habladurías, dan vueltas. Y José se da cuenta de que ella está embarazada. Todo
escondido y también con las calumnias y las habladurías. Él ángel explica a
José el misterio. Ese hijo que espera tu novia es obra del Espíritu Santo.
Cuando José se despertó del sueño hizo lo que el ángel le dijo.
FUENTE: EL PAN DE LOS POBRES
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