sábado, 3 de diciembre de 2016

MÁRTIRES DE ALMERÍA. LA VIDA EN EL ESTOY-MENDI - I.


El testimonio ahora es de Alberto Gómez Matarín: “De lo que ocurría dentro del barco, por medio de uno que soltaron, sabíamos que los Obispos estaban con ellos. Se confesaban, se afanaban para quitarles trabajo, se desvivían por ellos”. (Relata este hombre que los veía a todos muy tranquilos y que a él mismo le daba alegría verlos tan unidos. Sufrieron muchas penalidades, algunas de mayor crueldad que las propias de estar prisioneros: les hacían simulacros de arrojarlos al mar, de presentarles la comida y no dársela. También los utilizaron como mano de obra para diversos trabajos. Sabemos que descargaban de los barcos el carbón que llegaba a puerto). Cuando en las filas veían a los obispos con las espuertas llenas, los que iban de vacío se las quitaban y les daban las suyas. Conservé durante mucho su ropa (de Angel Noguera Gallegos) que después de varios lavados, seguía ennegrecida como prueba de su trabajo descargando carbón. La cuñada de D. José Matarín, les llevaba comida al barco prisión Estoy Mendi. También les pidió que escribieran alguna nota, poniendo en ella los nombres de los demás con el objeto de saber si estaban todos”.

De la red
Párrafo tomado del libro “La comunidad de los Jesuitas de Almería en el periodo de 1929-1939de Antonio Marín Cara, Ed. Universidad de Almería.

Para ir al original pinchar: AQUI

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