No ignoro que hoy los documentos no despiertan el
mismo interés que en otras épocas, y son rápidamente olvidados. No obstante,
destaco que lo que trataré de expresar aquí tiene un sentido programático y
consecuencias importantes. Espero que todas las comunidades procuren poner los
medios necesarios para avanzar en el
camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas
como están. Ya no nos sirve una «simple administración». Constituyámonos en
todas las regiones de la tierra en un «estado permanente de misión».
Exhortación Apostólica “La alegría del Evangelio” (nº 25)
Papa Francisco.
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