“Vivir el presente con atención”.
Viviendo bien (con solemnidad) el
momento presente, amo a Dios con todo el corazón, la mente y las fuerzas. El
final de la vida es el futuro que se hará presente. Por eso, para prepararse al
"momento del cual depende la Eternidad" bastará, desde ahora y por
siempre, vivir el momento presente. En el presente es necesario morir siempre
para resucitar. ¿Nuestro modo? Aun aceptando, en determinados momentos, la
necesidad de las mortificaciones, morimos amando. Pero, amando, también
resucitamos. En el presente debemos hacer sólo la voluntad de Dios, no
pensando, no deseando, no concentrándonos en otras cosas. Debemos vivirla con
acciones completas, limpias, como único incienso que se eleva hacia Dios. Y en
esa acción poner toda la mente, el corazón y las fuerzas.
FUENTE: Centro Chiara Lubich - Chiara
Lubich - Diario di Chiara - 24 ottobre 2001
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