San Lucas 21, 5-19
En
aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que
estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto
que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea
destruida».
Ellos
le preguntaron:
«Maestro,
¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para
suceder?».
Él
dijo:
«Mirad
que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o
bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos.
Cuando
oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico.
Porque
es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida».
Entonces
les decía:
«Se
alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y
en diversos países, hambres y pestes.
Habrá
también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo.
Pero
antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas
y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa
de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por
ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa,
porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni
contradecir ningún adversario vuestro.
Y
hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y
matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre.
Pero
ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis
vuestras almas».
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* * * *
La imagen es de FANO, tomada de la red |
Meditación del Papa Francisco.
Jesús
dijo: “Esto que ven, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no
sea derruida”. Naturalmente le preguntan: ¿cuándo sucederá esto?, ¿cuáles serán
los signos? Pero Jesús dirige la atención de estos aspectos secundarios –
¿cuándo será?, ¿cómo será? – la dirige a las verdaderas cuestiones. Y son dos:
Primero:
no dejarse engañar por falsos mesías y no dejarse paralizar por el miedo.
Segundo: vivir el tiempo de la espera como tiempo del testimonio y de la
perseverancia. Y nosotros estamos en este tiempo de la espera, de la espera de
la venida del Señor.
Esta
alocución de Jesús es siempre actual, también para nosotros que vivimos en el
Siglo XXI. Él nos repite: “Miren, no se dejen engañar. Porque vendrán muchos
usurpando mi nombre”.
Es
una invitación al discernimiento. Esta virtud cristiana de comprender dónde
está el Espíritu del Señor y dónde está el mal espíritu. También hoy, en
efecto, hay falsos “salvadores”, que tratan de sustituir a Jesús: líderes de
este mundo, santones, también brujos, personajes que quieren atraer a sí las
mentes y los corazones, especialmente de los jóvenes. Jesús nos pone en
guardia: “¡No los sigan!”. “¡No los sigan!”. (S.S. Francisco,
Ángelus del 17 de noviembre de 2013).
FUENTE: CATHOLIC NET
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