Hay
veces que a los padres, nos faltan recursos cuando hablamos con nuestros hijos,
como orientarles ante las dificultades y adversidades de la vida. ¿Cómo
ayudarles a que crezcan en valores, como educarlos para la vida? No solo a
ellos, a veces temien nos cuesta a nosotros mismos.
Hace unos días nos contaban este relato que nos pareció muy iluminador.
Hace unos días nos contaban este relato que nos pareció muy iluminador.
EL RELATO DE LAS TRES OLLAS.
"Una hija se quejaba a su padre de las
dificultades que rodeaban su vida. No sabía cómo salir adelante y creía que se
daría por vencida. Estaba cansada de luchar.
Parecía que, cuando resolvía un
problema, aparecía otro.

En una de las ollas puso zanahorias, a la
otra, huevos, y a la tercera, granos de café.

¿Qué ves?
Zanahorias, huevos y café—respondió ella.
Zanahorias, huevos y café—respondió ella.
Le pidió que se acercase y tocase las zanahorias. Ella lo hizo y notó que
estaban blandas.
Le pidió también que probase el café. Ella va a sonreír
mientras gozaba de su aroma.
Humildemente, la hija le preguntó:
¿Qué quiere decir todo eso, padre?
¿Qué quiere decir todo eso, padre?
Entonces el padre le explicó que los tres elementos habían sufrido la misma
adversidad: el agua hirviendo, pero que habían reaccionado de maneras
diferentes. La zanahoria era dura antes de ir a la olla, pero después de hervir
se había vuelto débil y fácil de deshacer.
El huevo había llegado frágil al
agua, su caparazón fino protegía su interior líquido, pero después de someterse
a las altas temperaturas su interior se había endurecido.
Los granos de café,
en cambio, eran únicos: después de cocerse se habían convertido en líquido.
¿Tú
cuál eres? —le preguntó a su hija—
Cuando la adversidad llama en tu puerta, ¿cómo respondes?
¿Eres una zanahoria
que parece fuerte pero que cuando toca el dolor se vuelve débil y pierde su
fortaleza?

¿O eres como el grano de
café? El café cambia el agua al hervir, el elemento que le causa dolor.
Cuando el agua lleva al punto de ebullición, el café consigue su mejor gusto.
Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tú
reaccionas mejor y haces que las cosas de tu entorno mejoren».
Y tú, ¿cuál de los tres ingredientes eres en la vida?
¿Te lo habías cuestionado alguna vez de esta manera?
¿Esperas que te afecten las circunstancias o elaboras tu propio camino?
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