“Volver a poner nuestra confianza
en Dios”.
Edith, ciega de nacimiento, vive
con otras invidentes en una residencia donde el capellán sufre una parálisis en
las piernas y no puede celebrar la misa. Por este motivo quieren quitar a Jesús
Eucaristía de la casa. Edith ha recurrido al obispo para que lo deje allí como
única luz de sus tinieblas. Ha obtenido el permiso y, además, la aprobación
para distribuir ella misma la comunión al capellán y a sus compañeras.
Deseosa de ser útil, Edith ha
conseguido que le concedan unas horas en una emisora de radio. Las utiliza para
ofrecer lo mejor que tiene: consejos, pensamientos válidos, aclaraciones de
tipo moral para ayudar con sus experiencias a los que sufren. Podría contarte
otras muchas cosas de Edith... Es ciega pero el sufrimiento la ha iluminado.
¡Cuántos ejemplos más te podría
contar! La bondad existe, pero no hace ruido. Edith vive su cristianismo
concretamente: sabe que cada uno de nosotros ha recibido dones y los pone al
servicio de los demás.
«Que cada uno ponga al servicio
de los demás los dones que haya recibido, como buenos administradores de las
diversas gracias de Dios»
Sí, porque un “don” (o “carisma”,
en griego) no se refiere sólo a las gracias con las que Dios enriquece a los
que tienen que gobernar la Iglesia. Tampoco se refiere únicamente a esos dones
extraordinarios que Él se reserva para enviar directamente a algún fiel, para
el bien de todos, cuando considera que hay que poner remedio en la Iglesia a
situaciones excepcionales o a peligros graves, para los que no bastan las
instituciones eclesiásticas; por ejemplo: la sabiduría, la ciencia, el don de
hacer milagros, el de hablar lenguas, el carisma de suscitar una nueva
espiritualidad en la Iglesia, y otros.
Por dones o carismas no se
entienden sólo éstos, sino también otros más sencillos que muchas personas
poseen y que se notan por el bien que hacen. El Espíritu Santo es el que obra.
Además, podemos llamar también
dones o carismas a los talentos naturales. Cada uno tiene los suyos. También
tú.
¿Cómo tienes que usarlos? Hay que
pensar cómo hacerlos fructificar, pues te han sido dados no sólo para ti, sino
para el bien de todos.
(Fonte:
Città Nuova - A servizio degli altri
- 7 Luglio 2009 - Citazione di Chiara Lubich).
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