viernes, 23 de agosto de 2019

LA VIDA CAMINO DE SANTIDAD: JESÚS NOS INVITA A SERVIR.


“Volver a poner nuestra confianza en Dios”.
Edith, ciega de nacimiento, vive con otras invidentes en una residencia donde el capellán sufre una parálisis en las piernas y no puede celebrar la misa. Por este motivo quieren quitar a Jesús Eucaristía de la casa. Edith ha recurrido al obispo para que lo deje allí como única luz de sus tinieblas. Ha obtenido el permiso y, además, la aprobación para distribuir ella misma la comunión al capellán y a sus compañeras.
Deseosa de ser útil, Edith ha conseguido que le concedan unas horas en una emisora de radio. Las utiliza para ofrecer lo mejor que tiene: consejos, pensamientos válidos, aclaraciones de tipo moral para ayudar con sus experiencias a los que sufren. Podría contarte otras muchas cosas de Edith... Es ciega pero el sufrimiento la ha iluminado.
¡Cuántos ejemplos más te podría contar! La bondad existe, pero no hace ruido. Edith vive su cristianismo concretamente: sabe que cada uno de nosotros ha recibido dones y los pone al servicio de los demás.
«Que cada uno ponga al servicio de los demás los dones que haya recibido, como buenos administradores de las diversas gracias de Dios»
Sí, porque un “don” (o “carisma”, en griego) no se refiere sólo a las gracias con las que Dios enriquece a los que tienen que gobernar la Iglesia. Tampoco se refiere únicamente a esos dones extraordinarios que Él se reserva para enviar directamente a algún fiel, para el bien de todos, cuando considera que hay que poner remedio en la Iglesia a situaciones excepcionales o a peligros graves, para los que no bastan las instituciones eclesiásticas; por ejemplo: la sabiduría, la ciencia, el don de hacer milagros, el de hablar lenguas, el carisma de suscitar una nueva espiritualidad en la Iglesia, y otros.
Por dones o carismas no se entienden sólo éstos, sino también otros más sencillos que muchas personas poseen y que se notan por el bien que hacen. El Espíritu Santo es el que obra.
Además, podemos llamar también dones o carismas a los talentos naturales. Cada uno tiene los suyos. También tú.
¿Cómo tienes que usarlos? Hay que pensar cómo hacerlos fructificar, pues te han sido dados no sólo para ti, sino para el bien de todos.
(Fonte: Città Nuova - A servizio degli altri - 7 Luglio 2009 - Citazione di Chiara Lubich).

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