lunes, 6 de febrero de 2017

MARTIRES DE ALMERIA (19). SIERVO DE DIOS DON ANTONIO GARCÍA PADILLA


Sí bien nació en Alboloduy, fue en la Iglesia Parroquial de la cercana villa de Santa Cruz de Marchena donde recibió el Bautismo. En 1893 ingresó en el Seminario de Almería, donde logró doctorarse en Teología.
Presbítero desde el veintiocho de mayo de 1904, comenzó su ministerio como coadjutor en Tabernas y adscrito a la parroquia de Santiago de la ciudad de Almería. Cura Regente de Benahadux en 1909, dos años después pasó a ser su Cura Ecónomo. En 1913 tomó posesión de la parroquia de santa María de Huércal de Almería, a la que consagraría más de veinte años de su vida.
Muy unido a su coadjutor, el siervo de Dios don Juan Capel Segura, ambos edificaron a los feligreses por su profundad hermandad sacerdotal. Un niño de entonces recordaba que: «Se adaptó por completo al ambiente de austeridad y pobreza que era normal en la feligresía. Por esto tenía ocasión de dar limosna y ayudar con largueza a los necesitados sobro todo si estaban enfermos o incapacitados, a los cuales visitaba.»
Opuesto a las ofensivas laicistas de la República, tuvo que huir al comienzo de la Persecución Religiosa. De este modo recordaba esos angustiosos días don José Fernández Rueda: «Llevando el Santísimo Sacramento en el pecho, salió por la parte de atrás de la casa rectoral, con su hermana doña María, vagando por la vega, hasta ser recogido en un cortijo, en donde lo prendieron los milicianos.»

Detenido el seis de agosto de 1936, fue conducido un día después al convento de las Adoratrices y al barco Astoy Mendi el día veinticinco. El día treinta padeció martirio, a sus cincuenta y cinco años, junto a los Beatos Obispos de Almería y de Guadix.

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