sábado, 18 de febrero de 2017

MARTIRES DE ALMERIA (31). SIERVO DE DIOS DON LISARDO CARRETERO FUENTES.

Alumbrado en las tierras alpujarreñas que tanto marcarían su vida, recibió las aguas bautismales a los tres días de su nacimiento en la Parroquia de la Inmaculada de su pueblo natal. Muerto muy pronto su padre, tuvo que criar a sus diecinueve hermanos junto a su madre con gran precariedad. En 1896 pudo responder a su vocación sacerdotal al ingresar en el Seminario de Almería, si bien estudió posteriormente en los de Guadix y Granada con buenas notas.
Ordenado presbítero el dieciocho de septiembre de 1908 en Granada, fue Coadjutor de la Parroquia de la Inmaculada de Adra hasta 1910. En los años sucesivos sirvió en las coadjutorías de su pueblo natal y de Ohanes. Fue Cura Ecónomo de Albuñol, Algarinejo, Ugíjar y Rágol.
En 1923 fue nombrado Párroco – Arcipreste de Canjáyar, donde entregaría el resto de su ministerio y se ganaría el amor de los canjilones. Su sobrino don Inocencio recuerda que: «Con su escasa asignación económica, socorría también a los pobres. Él respondía siempre “Dios proveerá” a la señora que lo atenía, cuando andaban escasos para comer cada día. Era un hombre de gran bondad. »
Al estallar la Persecución Religiosa, su feligresa doña Dolores Hernández recordaba que: «Se encontraba leyendo un libro cuyo título era Los mártires de la Alpujarra y me dijo “Qué suerte morir mártir”. » Cuando intentaron que se ocultara respondió: «No puedo abandonar mi Parroquia ni a mis feligreses porque nada tengo que temer; nadie se meterá conmigo porque jamás hice mal alguno. » El diecinueve de julio de 1936 puso a salvo el Santísimo y a la Santa Cruz del Voto, siendo detenido y enviado a Almería nueve días después, tras una cruel prisión en Alhama de Almería.
En la cárcel, sus verdugos creyeron que había perdido el habla por su heroica mansedumbre. A los cincuenta y dos años coronó con el martirio, en el pozo de la Lagarta, su virtuosa existencia.

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