lunes, 13 de febrero de 2017

MARTIRES DE ALMERIA (26). SIERVO DE DIOS DON FRANCISCO RODRÍGUEZ CARMONA

FUENTE DIÓCESIS DE ALMERÍA

Bautizado el día siguiente de su nacimiento en la Iglesia Parroquial de la ciudad veratense, sintió desde pequeño la vocación al sacerdocio. Para costear sus estudios sus padres debieron esforzarse mucho. Su padre, don Juan, marchó a trabajar fuera y su madre, doña Francisca, sirvió en varias casas.
Tras unos primeros estudios en la Preceptoría de Vera, en 1924 ingresó finalmente en el Seminario de Almería. Ordenado presbítero el once de junio de 1933, tres meses después fue enviado como Coadjutor a la Parroquia de Tabernas. Exceptuando cuatro meses de 1934 en que fue Cura Ecónomo de Senés, sus escasos tres años de ministerio los consagró a la coadjutoría de Tabernas.
A pesar de su juventud, los taberneros guardan el precioso testimonio de su vida. De este modo lo recordaba un niño de entonces: « Era un sacerdote muy querido por el pueblo. Algunas tardes se venía con los niños y los jóvenes a jugar a la reja. Yo me llevaba muy bien con él. Era un sacerdote muy piadoso, la Misa la decía con mucha devoción, nos hablaba mucho de la Virgen, todas las tardes rezaba el Rosario en la iglesia. A los niños y jóvenes nos daba catequesis, se sentaba a confesar todos los domingos, nos explicaba el Evangelio y atraía a la gente a Dios. »

Sus escasos veintiséis años no impidieron su violenta detención el veinticuatro de julio de 1936, siendo apresado en la cárcel del pueblo y luego enviado a Almería. Junto a los beatos Obispos de Almería y Guadix fue martirizado el jovencísimo presbítero.

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