FUENTE
DIÓCESIS DE ALMERÍA
Nacido
en tierras granadinas, recibió el Santo Bautismo a los dos días de su
nacimiento en la Iglesia Parroquial de san Benito de su pueblo natal. Llamado
al sacerdocio, estudió en el Seminario de Granada y allí recibió el
presbiterado.
El uno de
octubre de 1928 fue nombrado Cura Ecónomo de Nacimiento, a cuya Parroquia de
Nuestra Señora de las Angustias dedicó toda su vida ministerial. Su antiguo
monaguillo, don Francisco Martínez Parra, recuerda que: « En el pueblo era
querido por todos porque a todos nos trataba con dedicación y cariño. Era un
verdadero apóstol de Jesucristo; nos animaba a vivir la vida cristiana y nos
daba siempre ejemplo con su propia vida. »
Iniciada la
Persecución Religiosa, los mismos milicianos quisieron que se marchara del
pueblo porque todos lo querían mucho. Él se negó resueltamente a dejar su
Parroquia y les dijo: « ¿Quién iba entonces a decir Misa a esta gente? » No
tardaron muchos días en violar su propio hogar y detenerlo, sin resistencia
alguna por su parte. Ya preso, fue enviado a la ciudad de Almería.
La noche del
treinta de agosto de 1936, en el barco Astoy Mendi que había sido convertido en
cruel prisión, todos los presbíteros fueron llamados por sus verdugos. Don
Bienvenido Ayala contaba que, como no fue pronunciado el nombre del siervo de
Dios, éste: «Se puso en pie para identificarse también como sacerdote. Mi tío,
que estaba junto a él, le tiraba del pantalón para impedir que se levantara,
pero el siervo de Dios le decía que él no se negaba; y añadió: “No puedo,
Cristo me llama”. Se puso en pie y se entregó voluntariamente al martirio. »
Fue coronado con la gloria del martirio a sus treinta y cinco años de edad.
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