La santidad viene de Dios.
Decía el Papa Francisco hace unos
días que "la santidad no se compra”. Y es que si algo tenemos claro
mirando a nuestros mártires, es que la santidad es de Dios, ellos se han dejado
llevar por El, no han sido sus fuerzas humanas las que los impulsaron a
entregar voluntariamente sus vidas, la santidad no es cosa de fuerzas humanas.
De la red |
Para nosotros, personas normales,
cristianos normales, normalmente no llegaremos a una muerte heroica, nuestra santidad es
sencilla, la de los hijos de Dios, aunque se nos exigirá lo mismo que a ellos,
también con palabras del Papa Francisco, cuatro elementos imprescindibles que
hacen posible el camino de santidad a la que estamos llamados todos los
cristianos: “coraje, esperanza, gracia y conversión".
Nuestros mártires hicieron suyos
en un solo momento todos estos elementos, ellos se presentaron de modo irreprensible
ante Dios; El los llamó y ellos respondieron.
Paco H.
Paco H.
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