FUENTE "LA GACETA"
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El obispado de Almería ha anunciado que el próximo
25 de marzo tendrá lugar el acto de beatificación de 115 mártires asesinados
durante la persecución religiosa que se padeció en la retaguardia republicana durante
la Guerra Civil. Es una nueva tanda
que elevará a 1.725 el número total de beatos martirizados en la persecución
religiosa en España durante
la Segunda República y la Guerra Civil. En este caso son 95 religiosos y 20
seglares, entre ellos dos mujeres. Una de ellas de raza gitana que fue
torturada y asesinada por negarse a contar quién le había enseñado a rezar el
rosario.
Todo
apunta a que no serán los últimos beatos de una de las mayores persecuciones
religiosas de la Historia. Existen abiertos, de momento, otros 172 expedientes
para el proceso de beatificación de víctimas del martiriologio español de los
años treinta. Además, el Obispo Complutense, Juan Antonio Reig Pla, aprovechó
el ochenta aniversario del inicio de las sacas de Paracuellos del Jarama para anunciar que se iniciaban los trámites de la
causa de canonización de 44 mártires asesinados en esa localidad madrileña.
El holocausto católico en España
Los historiadores de la Iglesia Católica lo tienen
claro, pese a la tradición del martiriologio de los tres primeros siglos de
cristianismo por parte de los emperadores romanos, es en el siglo XX cuando más
mártires han sido asesinados por negarse a renegar de sus creencias. Autores
como Alfonso Ropero o John Fletcher aseguran que durante el pasado siglo ha habido más mártires
cristianos que en los diecinueve anteriores. Tres son los momentos que han
contribuido a que esto sea así: el nacimiento, crecimiento y expansión del
comunismo; la Guerra Cristera en México; y la Guerra Civil en España.
Los años treinta en nuestro país han dejado 1.625
beatificaciones, además de que se encuentran abiertos casi dos centenares de
procesos más, entre ellos los iniciados en noviembre pasado por el Obispo
Complutense, Juan Antonio Reig
Pla, en relación a 44 de los miles de asesinatos que se cometieron en la
localidad madrileña de Paracuellos del Jarama.
Es curioso que, pese a las continuas acusaciones de
la izquierda de connivencia del régimen del general Franco con la Iglesia, hubo
que esperar hasta varios años después de su muerte para empezar a ver
reconocidas las virtudes de los mártires de la Guerra Civil con la
beatificación. El 29 de marzo de
1987, el Papa Juan Pablo II beatificaba a tres carmelitas descalzas conocidas
como las “mártires de Guadalajara”. Por lo tanto se tardó más de cincuenta
años en empezar a reconocer estas virtudes, y ello a pesar de que la
persecución a la que fueron semetidos miembros, fieles y bienes de la Iglesia
durente la Segunda República y la Guerra Civil estaban perfectamente
documentadas por los informes diocesanos realizados en la posguerra. La
recopilación de estos informes ha permitido conocer la magnitud de la
persecución, en la que fueron asesinados 6.832 religiosos, además de casi
10.000 seglares pertenecientes a movimientos de dentro de la Iglesia como la
Adoración Nocturna o la Acción Católica.
A partir de esa primera beatificación de mártires
de la Guerra Civil, el Papa Juan Pablo II tomó la decisión de realizar actos
colectivos. Así, en 1992 beatificó
a 122 religiosos asesinados en España en 1936 en la Plaza de San Pedro del
Vaticano ante la
asistencia de más de 20.000 personas. Y dio un paso más, aprovechando sus
visitas apostólicas, como hizo en Madrid en mayo de 2003.
Su sucesor, el Papa Benedicto XVI, también se
mostró partidario de este reconocimiento múltiple y el 28 de octubre de 2007,
ante cientos de miles de personas, beatificó a otros 489 mártires de la
represión religiosa que la izquierda realizó en España durante la Guerra Civil.
No fue la última beatificación numerosa, el 12 de octubre de 2013, ante más de
25.000 personas, se celebraba la beatificación
más numerosa de la historia con 522 víctimas del martirio al que los frentepopulistas
asesinaron, en muchos
casos, entre terribles tormentos.
Posterioremente se han producido dos nuevas
beatificaciones, en este caso lo ha hecho el Papa Francisco. En octubre de 2016 furon elevados 4 benedictinos y
en diciembre pasado 108 nuevos beatos, todos ellos asesinados durante la
represión en la retaguardia republicana durante la guerra en España.
El número total de mártires
por la persecución religiosa entre julio de 1936 y abril de 1939 fue de 11.743
víctimas. Fueron
asesinados 6.832 religiosos, además de 3.911 seglares y al menos 1.000
seminaristas.
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