El día posterior de su nacimiento
recibió el Santo Bautismo en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la
Encarnación de su pueblo natal. Aunque sus estudios se retrasaron por sus
problemas de visión, siempre manifestó un gran afán por la promoción de la
cultura.
Su padre quiso encaminarlo a la
carrera de las armas, pero su vocación le llevó al Seminario de san Indalecio
de Almería. Más tarde se doctoró en Teología por el Seminario de Granada. El doce
de junio de 1897 fue ordenado presbítero en el Santuario de la Santísima Virgen
del Mar de Almería.
Coadjutor de su pueblo natal, fue
capellán de las Hijas de la Caridad. En 1901 tomó posesión de la Parroquia de
Arboleas, donde restauró el complejo parroquial. Fundó el Centro Obrero de san
José, preparando gratuitamente a los jóvenes para que cursaran estudios
superiores. El mismo apostolado ejerció como Párroco de Sorbas durante
veintidós años, desde 1914 hasta su martirio.
Recién proclamada la República, el
médico del lugar pagó a un grupo de mujeres para que hostigaran al anciano
presbítero casi ciego. Aunque el pueblo de Sorbas lo respetó al iniciarse la
Persecución Religiosa, uno de sus sobrinos se lo llevó a un cortijo en el Pago
Rambla del Aljibe de Lubrín. Continuó celebrando la Santa Misa hasta el diez de
septiembre de 1936.
Ese día tres milicianos lo
detuvieron en el cortijo. Decepcionados porque ya le habían robado todos sus
bienes materiales, lo arrojaron a un coche y lo llevaron a la Higuera de los
Muertos en la carretera de Lubrín a Zurgena. Tras recibir varios tiros les
dijo: « Que Dios me perdone como yo os perdono. » Allí lo dejaron desangrarse
hasta que, por la noche, el carro de las basuras recogió su cuerpo martirizado
de sesenta y cinco años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario