Con tan sólo un día de vida fue
bautizado en la Iglesia Parroquial de san Sebastián de su ciudad natal. Criado
en una humilde familia, su vocación le llevó a ingresar en el Seminario de san
Indalecio en 1905. Cursó los estudios eclesiásticos con brillantez, llegando a
participar en las labores docentes a los seminaristas.
El dieciocho de junio de 1916 fue
ordenado presbítero, recibiendo siete días después la coadjutoría de Tabernas.
A finales de año fue nombrado Coadjutor de Níjar. Entre los meses de enero a
octubre de 1917 fue Cura Ecónomo de Alcudia de Monteagud, regresando después a
la coadjutoría de Tabernas. Durante la epidemia de gripe de 1918 atendió a los
fieles de Senés, recibiendo la coadjutoría de Gádor en 1919. Ese mismo año
retornó a Tabernas como Cura Ecónomo hasta que, en 1920, tomó posesión de la
Parroquia de Senés. Finalmente, desde 1927, fue Párroco de Viator.
Muy comprometido con la doctrina
social de la Iglesia, fue nombrado socio honorario del Sindicato de Velefique
por sus elocuentes mítines. En 1922 fundó un Sindicato y Caja Rural en Senés.
Cuando el laicismo republicano le privó de cualquier subsidio, abrió una
academia para sustentar a su madrastra y a los dos sobrinos que dependían de su
trabajo.
Los milicianos, al comenzar la
Persecución Religiosa, no se atrevieron a matarlo por el amor de sus
feligreses. Expulsado de Viator, fue acogido en un cortijo cercano. Aunque le
ofrecieron esconderse en la sierra, marchó con su familia a Almería. Desde allí
fue traído con engaños el dieciséis de septiembre y, tras escupirle en el
rostro, martirizado a sus cuarenta y cuatro años en el puente de acceso al
pueblo.
Don Francisco Rodríguez cuenta que:
« Cuando lo mataron yo oí los tiros, corrió la noticia por el pueblo; acudimos
al lugar donde yacía muerto el cuerpo de nuestro Párroco. Cada uno, lo recuerdo
como sí lo tuviera presente, iba diciendo los favores que de él había recibido
entre lágrimas y sollozos. Era querido por todos. Querían llevarlo a enterrar
al cementerio, pero los que habían tramado su muerte lo impidieron. »
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