viernes, 10 de marzo de 2017

MARTIRES DE ALMERIA (88). SIERVO DE DIOS DON MELITÓN MARTÍNEZ GÓMEZ


Recibió las aguas bautismales el mismo día de su nacimiento en la Iglesia Parroquial de la Asunción de su pueblo natal. En el Seminario de san Torcuato de Guadix realizó sus estudios eclesiásticos, licenciándose después en Teología por el Seminario de Granada. Fue ordenado presbítero, a sus veintidós años, el uno de junio de 1901.
La mayor parte de su ministerio lo entregó a Fiñana. Fue su Párroco por un cuarto de siglo, desde 1912 a 1936. Sólo faltó durante tres años, cuando una calumnia forzó que se ausentara y ejerciera el ministerio en Galera. Finalmente su Obispo, don Timoteo Hernández Mulas, restableció su honor y fue recibido por los fiñaneros hasta con banda de música.
Párroco entregado a su grey, destacaba por su desbordante caridad. Su feligresa doña Ana Jiménez refiere que: « Socorría siempre a todo el que le pedía ayuda. Los sábados se formaba una cola de pobres a la puerta de la iglesia y a todos los socorría. Todo lo daba a los pobres. Cuando visitaba a los enfermos les dejaba dinero debajo de la almohada. »
Desde el principio fue consciente de las amenazas laicistas. A una vecina le comentó: « Ya he perdido este oído y dentro de nada el otro, y dentro de nada la vida. » Iniciada la Persecución Religiosa, sus familiares trataron de que se refugiara en su pueblo. Se negó a abandonar su Parroquia. Solía decir: « Yo iré al Cielo derramando mi sangre por Cristo. »

Detenido el diecisiete de septiembre de 1936 junto a su Coadjutor, el siervo de Dios don Manuel Alcayde Pérez, lo obligaron a andar descalzo por el pueblo para burlarse de él. Tras cortarle las orejas en la cuesta de la Reina, fue martirizado al día siguiente a sus cincuenta y ocho años. 

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