Don José Avelino, su padre, se dedicaba a la pintura y a la
escultura; por lo que residió junto a su esposa doña Antonia en varios lugares
donde plasmó su arte. El nacimiento y bautismo del siervo de Dios, segundo de
siete hermanos, ocurrió en Mojácar. A sus dieciocho años, el diecinueve de mayo
de 1877, recibió la Confirmación en Tíjola de manos del gran Obispo Orberá y
Carrión. Poco después marchó al Seminario y, en 1884, fue ordenado presbítero.
Coadjutor
de Lubrín desde 1885, cinco años después fue enviado a la coadjutoría de Vera.
A la ciudad veratense dedicó gran parte de su vida ministerial, treinta y nueve
años de los cincuenta y dos que duró su sacerdocio. Desde allí participó en la
gran peregrinación nacional a Roma y se ocupó de las capellanías del cementerio
y de la cárcel. Buen colaborador de las Hijas de la Caridad, se ofreció para
impartir a sus párvulos clases de pintura y decoración. También se echó a las
calles para pedir limosna y sufragar sus obras caritativas.
Coadjutor
de Cuevas del Almanzora desde 1928 a 1935, ese mismo año regresó a Vera como
Párroco. La entonces niña doña Juana Soler recuerda: «Era un señor alto, bien
parecido y querido por el pueblo. Era un pedazo de pan, querido por todos; el
que se acercaba a pedirle ayuda, la encontraba siempre. Recuerdo que nos decía
siempre: “Sed buenos que el Niño Jesús va siempre con vosotros”.»
Al
inicio de la Persecución Religiosa, se negó a abandonar a sus feligreses.
Detenido el siete de septiembre de 1936, sufrió prisión en el convento hasta
que su hermana entregó quinientas pesetas a los milicianos. Con todo, sufrió
más detenciones y prisiones que quebraron su cuerpo de setenta y seis años.
Finalmente,
fue martirizado en el paraje del Ballabona junto al siervo de Dios don José
Gómez de Haro. Su sobrina, doña Emiliana Soriano, cuenta que: « Entraron en su
dormitorio, donde mi tío guardaba cama por enfermedad, le golpearon y rompieron
sobre su espalda el Crucifijo que tenía. Como no se podía mover, lo arrojaron
al camión por el mismo balcón. Lo llevaron cerca de Antas y le pegaron dos
tiros, dejándolo tirado en la carretera. La hermana del siervo de Dios que le
acompañaba en el momento del apresamiento enfermó y perdió la cabeza. »
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