En la Iglesia Parroquial de san
Andrés de su pueblo natal fue bautizado a los tres días de su nacimiento. Su
sobrino – nieto, el presbítero don Joaquín Alegrías escribió: « Su hermano
mayor Tristán, murió de tifus en el Seminario Mayor de Granada cuando ya estaba
próximo a recibir el diaconado. Fue entonces cuando el siervo de Dios ingresó
también en el Seminario. ¿Fue aquello una llamada de Dios para ocupar el puesto
que su hermano dejó vacío? »
Ordenado presbítero en Granada
durante el mes mariano de 1904, el doce de mayo celebró su primera Misa en su
pueblo. Sus treinta y dos años de ministerio los dedicó íntegros a las
Alpujarras que le vieron nacer. Le fueron encomendadas sucesivamente las
coadjutorías de Válor, Padules y Laujar. En todos estos lugares dejó un
imborrable testimonio de caridad pastoral.
Desde 1911 fue Párroco de Nuestra
Señora de la Encarnación de Fuente Victoria y Cura Encargado de san Juan
Bautista de Benecid. Siempre solícito para ayudar en las faenas agrícolas de
sus feligreses, era conocido como “el Cura Labrador”. Jamás dejó que faltara
pan o aceite en las mesas de su feligresía durante las fiestas navideñas,
entregando con gran delicadeza numerosas limosnas de los bienes heredados de
sus padres y hermanos.
Al llegar la Persecución Religiosa
se cebaron en arrebatarle todas sus pertenencias y llegaron a expulsarlo de su
propia casa. El veinticuatro de agosto de 1936 escondió el Santísimo, pues el
templo fue destrozado dos días después. Mientras pudo continuó celebrando la Santa
Misa en la capilla de las Damas Catequistas de Fuente Victoria. Detenido
finalmente, su saludo al entrar en la cárcel de Fondón fue: « Ave María
Purísima. »
Liberado a los pocos días, regresó
a casa de su hermana y dijo: « Demos gracias a Dios por las horas que nos deja
vivir. » Con engaños, fue llevado al barranco de los Caballos el tres de
octubre. Fue martirizado a los cincuenta y siete años. Su sobrina, doña Adela
Miranda, cuenta que: « Muy devoto de la Virgen de los Ángeles, patrona del
pueblo, la invocaba a voces cuando lo mataron. Antes de matarlo sus verdugos
quisieron que blasfemara, pero no lo consistió. Entonces lo arrastraron por el
suelo, lo torturaron y finalmente lo castraron. »
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