Siervo de
Dios don Francisco Salinas Sánchez
(Almería, 31 de julio de 1914 – Turón, 22 de
mayo de 1938)
Fue bautizado en la Parroquia de
San José de su ciudad natal, procedente de familia humilde. Después de intentar
cursar estudios en el Seminario diocesano de Almería, se trasladó a Orihuela
(Alicante) donde estuvo con los franciscanos con el deseo de ser hermano lego. En
esas fechas a comenzar la guerra civil, volvió a Almería.
Muy volcado a la actividad
eucarística, se dedicó activamente al “socorro blanco”, servicio de ayuda a los
perseguidos, sobre todo sacerdotes y religiosos.
Encontró la palma del martirio
junto al Siervo de Dios José Quintas Durán, haciéndoles cavar antes a ambos su
propia fosa.
Del Siervo de Dios dicen los
testigos que era «un alma de Dios. Era un joven buenísimo, un autentico santo…
Yo iba a pasar muchos ratos con él porque tenía un sentido especial para
interpretar temas espirituales, a pesar de su pobrísima formación religiosa.»
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