FUENTE DIÓCESIS DE ALMERÍA
Fue
bautizado a los cuatro días de su nacimiento en la Iglesia Parroquial de
Nuestra Señora de la Asunción de su ciudad natal, en la provincia de Castellón.
Seminarista de Tortosa, recibió la ordenación presbiteral el veintitrés de diciembre
de 1905.
El
doce de agosto de 1907 ingresó en la Hermandad de Operarios Diocesanos y fue
prefecto de disciplina del Seminario de Ciudad Real. Igual responsabilidad
ocupó en el de Badajoz durante los cuatro años siguientes. En 1911 fue
destinado al de Almería como administrador y prefecto, ganándose la admiración
de los seminaristas por veinticinco años.
Don
Andrés García Angulo, seminarista por entonces, recordaba que: «Su despacho
siempre estaba abierto y frecuentado por muchos alumnos que entraban allí
buscando en don Agustín consejo, dudas de clase, ayuda material. Su bondad y
sencillez hacía fácil el acceso a él. Se veía piadoso, hombre de fe. »
También
era seminarista en aquella época don Gonzalo Rodríguez Martínez, que rememoraba
así lo sucedido al estallar la Persecución Religiosa: «Don Agustín se levantó y
dijo: “Lo primero, el Santísimo”. Marchamos todos a la Capilla y don Agustín
abrió el sagrario y sollozando consumió las Sagradas Formas. Después todos se
abrazaron y salimos a la calle. »
Ese
mismo día don Juan Viciana, proveedor del Seminario, lo ocultó en su propia
casa. Su hija recuerda que: «Cuando llevaba una semana en casa, se presentó el
cocinero del Seminario con dos milicianos para llevárselo. El siervo de Dios
con mucha paz se puso su capa, se despidió de nosotros y los acompañó con mucha
entereza; no se amedrantó. » Diez días después, a sus cincuenta y tres años,
recibió la palma del martirio.
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