FUENTE DIÓCESIS DE ALMERÍA
Recibió
el Bautismo, un día después de su nacimiento, en la desaparecida Iglesia
Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación de su pueblo natal. Muy unido a
sus ocho hermanos, educó en su propia casa a varios de sus sobrinos al quedarse
huérfanos.

Nunca
quiso responder a los ataques laicistas, aunque era consciente de las amenazas:
« ¡Los sacerdotes lo vamos a pasar muy mal, - solía decir - nos van a eliminar
a muchos!» Aunque recibió un nombramiento en la ciudad de Granada, no quiso
abandonar Bentarique ante la inminencia de la Persecución Religiosa. Sus
familiares querían que se marchara, pero objetaba: « ¿Qué mal me van a hacer a
mí sí yo los he bautizado a todos?, a nadie hice mal nunca… pasará lo que Dios
quiera. »
Sólo
aceptó refugiarse en un cortijo próximo al pueblo, donde fue salvajemente
detenido el doce de agosto de 1936. Cruelmente torturado y preso en Almería,
recibió la corona del martirio a los cincuenta y ocho años. Su sobrina quedó
tan horrorizada al reconocer su desfigurado cadáver que malogró su embarazo.
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